Que emoción ver a uno de mis queridos amigos al que no veía desde hace
muchos años. Nos hemos abrazado mucho.
Hace años
hicimos juntos un curso de escritura y antes de empezar la clase nos reuníamos
en la calle Verdi del animado barrio de Gracia. Él es pintor abstracto.
Hicimos un grupo
y quedábamos unas veces en el barrio gótico y nos tomábamos un café en las ramblas
enfrente del Liceo en el emblemático café de la ópera.
Luego el alquiló
un pequeño stand en una Nave del barrio de Pueblonuevo donde estuvo varios años
y dando un paseo me pasaba por alli.
Hoy teníamos
mucha vida que contarnos, él se ha abierto un campo con la pintura y yo con la escritura.