Translate

SOL

 

     Sol era una niña gordita a la que Alicia le daba clases particulares, vivía en un piso de lujo con sus padres, su hermana y la criada, muy cerca de la escuela de magisterio donde Alicia estudiaba. A las cinco salía del colegio las teresianas con su uniforme de falda a cuadros y a esa hora la esperaba para ayudarle con los deberes.

     La criada les traía la merienda a las dos y luego se iba a su cuarto a hacer punto.

     La niña siempre se fijaba en su aspecto  <Alicia que tienes un agujerito en la manga de la camiseta> otras veces le decía< tienes el pelo muy bonito>, Alicia no le contestaba porque estaban por la labor y le decía <acábate pronto la merienda y dime la tabla de multiplicar>

     Un día traía en el bloc de dibujo un ejercicio que era hacer una flor geométrica utilizando el compás, a ella no le salía y se lo explicó con un ejemplo en un folio aparte, no era fácil para ella manejar el compás y así cada tarde hasta que Sol ya no la necesitaba, tenía autonomía que era lo que Alicia se había propuesto.

          Maribel

 

 

 

LA HUERTA DE MI ABUELA

 

     El otro día en casa de mi amiga Ana comí unas nueces que ella había traído de su pueblo, me las ofreció como nueces españolas me hicieron recordar las nueces de la huerta de mi abuela.

     Cuando yo era una niña iba con mi madre a coger nueces, granadas, almendras y membrillos. Los nogales se veían desde lejos, árboles grandes que daban nueces. Cuando caían al suelo ya maduras les quitábamos la piel negra y seca y aparecía la nuez más pequeña que las de los super de ahora que son las de Virginia.

     Las granadas manchaban mucho las manos y la ropa, pero tenían un sabor muy especial y pepitas que al morderlas el zumo era exquisito.

     También había membrillos que al morderlos te dejaban la boca seca y con ellos mi madre hacía dulce de membrillo poniéndolos al fuego y después de cocerlos y echarle azúcar y una vez hecha la pasta se depositaba en una caja de lata con un papel debajo para que no se pegara.

     Todos estos frutales de la huerta de mi abuela los tengo en el paladar desde niña y ahora de mayor cuando voy a una frutería no me voy sin las nueces, granadas o membrillos.

      Maribel

 

DÍAS FRÍOS

 

     En estos días fríos de invierno me acuerdo de cuando una amiga y yo fuimos a pasar el puente de la Inmaculada a Salamanca, al piso de su hermana donde no había agua caliente y me duché con agua fría.

      Ellas se extrañaban, pero claro ducharse es importante ya sea con agua fría o caliente.

     De Salamanca recuerdo la ruta de los estudiantes y la casa de las conchas. Los estudiantes nos tomábamos un vino en cada bar para entrar en calor.

     Ahora desde el Mediterráneo el clima es frio, pero llevadero y en Navidad nos reuniremos toda la familia y brindaremos, cantáremos villancicos y con el calor humano se está mucho mejor que aquellos días helados de la adolescencia en Salamanca.

 -Maribel

                                                     

A LA HORA DE DORMIR

 

Cuando vivía en casa de mis abuelos con mis padres y hermanos don José Calero nos hacía fotos.

 Él era un maestro del pueblo que se alojaba en casa de dos hermanas de mi abuelo. Mujeres solteronas que se ganaban la comida zurciendo ropa y haciendo remiendos a pantalones o abrigos.

 El maestro nos hacía muchas fotos a mis primas y a mis hermanos y a mí algunas las tengo de recuerdo.

Pero lo que más me asustaba a la hora de dormir eran las historias que nos contaba mi abuela sobre el cielo y el infierno. Yo luego tenía pesadillas, me despertaba viendo como un arcoíris de colores del que salían animales misteriosos, pero me tomaba una aspirina infantil, de las que tenía mi madre de color rosa y con sabor a chicle de fresa y me volvía a dormir.

Luego mis padres se mudaron de casa y allí a la hora de dormir mis padres sólo nos decían que rezáramos el Jesusito de mi vida eres niño como yo por eso te quiero tanto y te doy mi corazón y con esta oración no tenía pesadillas.

DEL TALLER


El taller de cerámica me da vida, salgo de casa andando y hablo con los compañeros, todos muy sonrientes se les ve muy felices. Sara es la mejor alumna y casi no habla lleva un piercing en la nariz y cada uno tiene un espacio para guardar las piezas y nadie me las rompe como cuando yo tenía dieciséis años y hacia extraescolares de cerámica y me rompieron una figura de mujer que hice.

Éramos tres alumnos y ahora solo estamos Sara y yo y el profe sustituto que está como un tren y es joven. Sabe mucho y nos reímos de anécdotas que nos pasan.

 Hoy me ha enseñado a hacer una maceta pequeña con un molde y luego yo la he decorado con un punzón.

Y me quedo esperando con ganas de que llegue el próximo día.

Maribel

LOS BOLSILLOS

 

Que alegría me daba ponerme el abrigo después de meses sin descolgarlo del ropero, cuando era niña me encontraba alguna moneda o un paquete de pipas de girasol.

Ahora desde la distancia y con los años me vuelve a pasar, hoy he sacado el abrigo de primavera y tenía una bolsa de pañuelos de papel y un billete de cinco euros.

Maribel

MI VECINA DE ENFRENTE


Hace ya muchos años mi madre iba mucho a casa de nuestra vecina de enfrente, unas veces a tender ropa en su corral, porque en el nuestro no daba el sol y la ropa tardaba mucho en secase.

También se iba después de comer a escuchar la novela en la radio, era más ameno que no sola. Lloraban, reían según lo que le pasara a Lucecita la protagonista.

 Yo la acompañaba y cuando me ponía a tender ropa ella amablemente me decía como se tendían las camisas y yo se lo agradecía. Una cosa más que había aprendido ya que yo estaba siempre estudiando o si no leyendo.

Maribel

NANAS

 

“Nana, nana, nana, nana, nanita, nanita nana que mi niño se duerma por sevillanas”.

“Buenas noches, mi amor te quiero cantar tu cuna al dormir tu cuna al soñar y después dormirás, en un sueño, sueño de paz”.

Cuando yo tenía catorce años le cantaba nanas a mi hermana y cuando fue creciendo le leía cuentos por la noche.

También se las cantaba a mi hijo cuando estaba ingresado en la clínica por bronquitis que yo ya estaba agotada porque eran muchos días y no mejoraba y me lo ponía entre mis piernas y le daba golpecitos en la espalda como me dijo el médico y un día una amiga me vio agotada y ella se quedó con el bebé y yo salí a comer y el médico me mandó un ansiolítico para que descansara bien por las noches.

Maribel

PALACIO

 

La escuela estaba en un antiguo palacio de tres plantas, por la noche era lúgubre un día una joven maestra se quedó encerrada y tuvo que entrar en la secretaría que era donde estaba el teléfono y llamar al director porque no había conserje.

Tenía miedo un caserón tan grande y más sin la alegría diurna de los niños.

Cuando el director llegó a abrirle la invitó a cenar a su casa donde su mujer le hizo unos macarrones gratinados al horno, la maestrilla se fue con el corazón agradecido y el cuerpo bien cuidado.

Maribel

LLUVIA


            Las finas gotas de lluvia engalanan la calle de un gris plomizo, como si de pronto

       hubiera llegado el otoño.

            No hay niños jugando y las horas pasan lentas.

             La contemplo desde la terraza y respiro el aire limpio con olor a tierra mojada.

             Y miro al cielo y pido que mañana continúe así, dándonos una tregua al sofocante calor.

        

                                                                                                               Maribel

 

PISO COMPARTIDO

 

     Alicia llegó a Sevilla porque sus amigas del pueblo la llamaron para dar una clase de matemáticas y compartir piso con ellas.

     Recuerda el día que se les averió el teléfono que estaba en la habitación de matrimonio donde dormían Alejo en una cama plegable y Sara en una cama grande, llegó el de telefónica y ella lo hizo pasar a la habitación donde ellos dormían arregló el teléfono y ninguno se despertó.

     Y es que ellos dos no tenían nada que hacer sólo un par de clases particulares por la tarde y por la noche salir de marcha y dormían como troncos por la mañana.

 Alicia y Esther además de salir con ellos por la noche se preparaban las oposiciones en una academia y daban clases.

     Estaban bien organizados, tenían las tareas repartidas cada día cocinaba uno, Alicia los miércoles hacía cocido, Esther macarrones a la boloñesa , Alejo huevos rellenos y Sara pollo en salsa , en cuanto a la limpieza igual eran jóvenes y además se llevaban muy bien.

     Alejo recibía muchos regalos de los padres del niño al que le daba clases, un día le regalaron un lomo al horno y lo compartió con todos.

     Han pasado muchos años y todavía tienen contacto telefónico porque  no queda ninguno en el pueblo y se escriben postales para felicitarse el cumpleaños.

 

Maribel

 

 

BALNEARIO


      Que mejor sitio para descansar que irse a un balneario a que me cuiden y me relaje pensó Alicia y cogió el tren camino de Gerona.

     Como hacía muchos años que no subía a un tren disfrutó mucho del viaje, pero notó que estaba en silencio cosa que ella nunca había visto en un tren o en el metro nadie hablaba y ella que tenía ganas de hablar se acercó a una chica que llevaba una gatera y le dijo que gato más bonito y ella le dijo que su gato notaba mucho los cambios y que estaba haciendo todo lo posible para que su misino estuviera tranquilo y que deseaba que nadie se sentara al lado de ella.

      Ella se acordaba al talgo camas para ir a Sevilla y allí incluso se hacían amigos con los pasajeros.

     Cuando se bajó no veía el balneario, pero si un bar donde se comió un buen bocadillo de jamón.

     Se puso a andar y vio el balneario le enseño al recepcionista su reserva de una habitación con balcón alli le dijeron que hasta las tres de la tarde no estaría libre eso la contradijo porque había pasado una mala noche y con la tensión más alta de lo normal así es que buscó una sala tranquila y se quedó dormida en una silla hasta que llegó un empleado y le dijo que esa sala era privada para socios que jugaban al ajedrez.

     Se dio un paseo por el hotel y en las paredes había fotografías de personajes   rancios de televisión no gratos.

     Dieron las tres y fue de nuevo a recepción y le dieron la llave de su habitación, pero el aire acondicionado no enfriaba y la televisión tan poco.

     Y no podía descansar así es que se fue a la terraza del bar y como era domingo y estaba lleno de gente del pueblo que habían ido a disfrutar de la piscina y del bar y también había muchos con un bono de fin de semana y leían periódicos y jugaban a cartas alli se distrajo un rato y luego entró en el restaurante comió poco porque era cara la comida.

     Otra vez a recepción a dar las quejas por el aire acondicionado y como no lo podían arreglar hasta el lunes Alicia llamó a un taxi y volvió con su querida familia a su casa de la playa y con los baños estivales se le fue regulando la tensión.

 

Maribel

VERANOS DE MOCITA


Recuerdo cuando bajaba con la bicicleta de mi padre y me encontré en contra dirección con un carro tirado por mulas, me tiré de la bici entre unos hierbajos y la bici se fue para el otro lado del carril.

 También iba a hacer prácticas al campo de fútbol que por aquel entonces estaba vallado por unos viejos postes de la luz de madera y el suelo era de tierra.

 Quería aprender a pesar de que la bici no tenía frenos y me iba hasta la parcela de mi padre en bici, era una deportista nata.

 También aprendí a jugar a fútbol en el primer equipo femenino que se formó en el pueblo, aunque no me gustaba, pero me puse de alero así no me daban balonazos ni me ponían la zancadilla y aunque tuviera la regla yo nunca faltaba a los partidos.

Así disfrutaba de lo poco que había en aquellos veranos que ahora recuerdo

Maribel

LÁGRIMAS ENJAULADAS

 

LÁGRIMAS ENJAULADAS

 Cuando Elsita vivía en la calle Wenceslao iba mucho a jugar con la tortuga que el farmacéutico tenía en el patio. Una tortuga grande que había puesto huevos de los que habían nacido  unas pequeñas tortuguitas.

     Llegó  un día que don José el farmacéutico se jubiló y se fue  vivir a Salamanca su tierra natal. El padre y el abuelo de ella le ayudaron en la mudanza y a Elsita  le regaló una jaula de grillos, que sabe Dios donde andará esa jaula.

      Pasaron los años y Elsa un día dando un paseo por el casco antiguo de la gran ciudad, con su pareja; al que le gustaban mucho los animales domésticos como los pájaros o los peces entraron en una tienda de animales y alli sin buscarla Elsa divisó una jaula de grillos lo cual le alegró mucho y una noche de verano oyó a un grillo cantar y lo enjauló pero no se comía la lechuga y murió.

     Elsa que había perdido  a sus padres por aquel entonces, estaba muy traumatizada y lloró a la muerte del insignificante animalito.

      También lloró más tarde la muerte de un pastor belga que tenían en la terraza de su piso bien cuidado y en una caseta con forma de iglú y unas mantitas.

      Lo pasó  mal, ella iba a pasearlo por la mañana y se lo encontró rígido y echando espuma por la boca. Según un vecino no era el único que había muerto en la zona porque algún desaprensivo  se había dedicado a tirar pan envenenado por la hierba.

     Elsa llamó a la policía local la cual  se encargó de todo.

     Ahora ya no tienen animales domésticos pero la jaula de grillos está de decoración como si fuera una pieza de un museo y Elsa ya no quiere tener más animalitos, porque luego lo pasa  mal  y ha encerrado sus lágrimas en la jaula de grillos para no sufrir más.

 

-MFC

 

AMIGAS

 

En el pueblo de Alicia todos eran primos y tíos y se entraba en las casas sin avisar ella cuando se cansaba de estar en su casa se iba a casa de su amiga Rosa y allí pasaba la tarde. Hablaban de cosas de chicas y su madre era muy cariñosa pero no se metía en la conversación, tenía también un hermano que siempre estaba en su cuarto escribiendo a máquina y otros hermanos mayores ya casados.

El padre de Rosa era serio y se iba al patio o a la cocina no sin antes preguntar ¿Quién es esta mocita? su mujer le decía es la hija de Margarita y es la que está estudiando en Cáceres.

Y charlando pasaban la siesta ya que no había móviles ni televisión ni piscina y disfrutaban de su amistad que perdura, aunque ahora estén lejos.

Maribel

 

 

 

 

MAIRENA DEL ALCOR


     Cuando Alicia trabajaba dando clases de educación física en el patio del colegio San Bartolomé pasaba mucho frio en invierno y llevaba el silbato y unas orejeras, unas mallas, la cabeza del chándal y unas zapatillas de deporte.

      Les enseñaba baloncesto no sin antes haber hecho un calentamiento y todos los niños estaban muy contestos con ella porque ponía amor a la enseñanza y empatizaba con sus alumnos.

      En la hora que tenía de libre disposición formó un grupo de teatro con los de sétimo curso.

     Y como ella tenía acento extremeño por carnaval le dedicaron una chirigota cuyo estribillo decía:

     “Y la chacha deportiva con chambergo y orejeras”

Ahora, aunque viva muy lejos de ellos y haya perdido teléfonos y direcciones los tiene vivos en sus recuerdos.

 

MASNOU EN NOVIEMBRE

 

 

     Como he disfrutado por esas calles de pueblo estrechas y encementadas con las buganvillas en las casas y las macetas de margaritas y de tréboles morados de tres hojas.

      Adentrarme en las callejuelas empinadas que circundan la iglesia y ver pequeños hogares con la ropa tendida y sus bicicletas aparcadas en los patios.

      El buen clima marino de dieciséis grados en noviembre acompañaba y luego subir hasta la iglesia y contemplar el puerto olímpico y la estación de Renfe.

 ¡Qué vista! Todo el mar a lo amplio y ancho a las faldas del pueblo.

Maribel

 

TORTILLA DE PEREJIL

 

Recuerdo imborrable de la adolescencia,

Sabor a amistad duradera,

A cine de verano con olor a jazmín,

A calle Betis y puente Triana,

Regreso al pueblo en autocar de ida y vuelta,

El bocadillo de tortilla de perejil para el camino,

Y al regreso abrazos de amapolas.

 

Maribel

 

 

ALEGRÍA


     Hace ya muchos años había una cocinera en la casa de una mujer rica y famosa que  también tenía niñera universitaria.

     Alegría, que así se llamaba la cocinera creía que había una tercera dimensión y aseguraba que seres de otros planetas le hablaban por las noches.

      La niñera que era muy susceptible no quería que le contara esas cosas bastante tenía ella con lo que le contaba su abuela del cielo y del infierno cuando era una niña y con cuidar de los niños y plancharle la ropa.

     La niñera podía entrar en el salón y ver la televisión con los niños, pero la cocinera no. Los trabajos los tenía así dispuestos la señora que era diseñadora de ropa y también escribía para una revista de viajes,  ella iba a muchos países con su marca de moda y tejidos.

     Un día Alegría le pidió un favor a la niñera que dijo que sí. Se trataba de escribir un texto a la asociación de empleadas de hogar para que les pagaran la seguridad social igual que a cualquier trabajador.

     Alegría cambió y empezó a ser más realista, fue pionera en su lucha con la asociación. La niñera siguió ayudándole y cuando podían coincidir  iba con ella.

     Hasta que un día la señora se dio cuenta y las despidió a las dos.

 

PECADOS

 


     Alicia recuerda cuando todos los niños de su edad se confesaban en grupo con él cura en la capilla pequeña de la iglesia.

     Como en el pueblo no había diversiones los niños iban a misa y a leer poesías a la virgen, por las cruces de mayo.

     Las confesiones consistían en que todos los niños levantaban una mano cuando el cura decía: −A ver que levante la mano quien haya faltado a misa o quien haya desobedecido a sus padres.

     Estás confesiones infantiles no tenían nada que ver con las de los adultos que se ponían de rodilla en el confesionario donde el cura decía:

 −Ave María Purísima y se le contestaba sin pecado concedida.

− Padre que le he dado un beso a mi novio.

 − Yo te absuelvo de tus pecados hija porque eso no es pecar y lo que veo es que estás enamorada.

En torno a la iglesia se celebraban muchas actividades y festejos en los que participaban creyentes o no creyentes y todos eran bien acogidos.

 

EL BURRITO

 

     Alicia recuerda con alegría sus días de la infancia, vivía en un pueblo pequeño que tenía muchas barreras donde había una huerta, un convento en ruinas y en la huerta había una alberca con una noria que movía el agua y servía para regar las verduras y los naranjos de Don Pepe, él de la huerta, tenía unas naranjas nave con mucho zumo.

      En la época de las naranjas sus padres la mandaban a por naranjas con el burrito de su abuelo y el recado se alargaba en el tiempo porque ya de paso llenaban los cántaros de agua y los subían a las aguaderas.

      Los niños se iban montando en el burrito, pero no era tan fácil porque daba coces. Cuando le tocó subir a Alicia saltó por detrás y se enganchó con un hierro que tenía el cincho y le salió sangre. Ella sin decírselo a sus padres, cuando llegó a casa se puso agua oxigenada y se lo curó.

     Cuando se enteró su madre la llevó al médico y le pusieron la vacuna del tétano y es que las madres se enteraban de todo, aunque los niños lo quisieran ocultar.

 

CERVELLÓ


     En el club de telefónica de Cervelló allí pasábamos el verano en la piscina, en el restaurante, en el río o el pinar. Había las pistas de tenis, de futbol y baloncesto.

     Cuando andábamos por el Pinar y por las zarzas, que bordeaban el río, nos arañábamos las piernas y los brazos y en la parte de abajo había un puentecillo donde los niños tiraban la red y cogían peces.

     Alicia recuerda de forma especial cuando estaba embarazada y llegó de Sevilla una amiga para verla y se ofreció para ser la madrina del niño que iba a nacer Alicia y ella se ponían a la sombra en las sillas de jardín que habían traído de casa.

     Cuando nació la criatura vinieron a conocerlo la familia de Canarias, la madrina y dos amigas de Sevilla compañeras de estudio todas maestras y a pesar de la distancia y los años nos tenemos un gran cariño.

 Con los los amigos de Barcelona íbamos  con los niños a pasar el domingo y disfrutar del entorno.

      Al cabo de unos años celebramos alli nuestra boda y los reunimos a todos con baile y las cien canciones de amor seleccionadas por los novios.

De esto hace ya muchos años y nuestro cariño es cada vez más consensuado y grande.

-MFC

 

 

 

HELADOS DE GRANIZO


        Hace muchos años había una familia que era muy feliz con cualquier cosa.

       Los días de invierno cuando granizaba, la madre les decía a sus hijos coged granizos del patio y echarlo en un vaso y con el granizo y zumo de limón los niños disfrutaban tomándose un helado cosa inusual en invierno.  

       En el pueblo sólo se vendían helados en verano, además nadie tenía nevera.

       Pasados muchos años llegó la nevera y con ella los polos de Cola Cao con leche: Se echaba Cola Cao en un cazo con leche caliente, se removía al fuego para diluirlo bien, luego se repartía por el molde de hacer cubitos de hielo y al congelador.

      Cuando se empezaban a helar se colocaba en cada cuadrito del molde un palillo de madera y a esperar hasta poder degustarlos y repartirlos entre todos los niños y mayores, nadie se privaba de aquellos pequeños caprichos que ayudaban a la felicidad.

 

 -MFC

TARDE PRIMAVERAL

 

                                      

     Alicia ha salido a pasear por su parque   las higueras ya tenían hojas y las margaritas brillaban de violeta, amarillo y blanco. En el lago había patitos asustados, porque unos niños salpicaban el agua con un palo hasta que llegó el guarda y los disuadió.

     Al volver a casa su hijo y su marido estaban regando el limonero, las begonias y los tulipanes, alegrando la terraza para tomar un café con la familia.

      De pronto llamaron por teléfono era su amiga Susi que los estaba viendo desde su ventana y se apuntaba a la reunión y es que en el barrio no hay tiendas, pero sí buenos vecinos que nos conocemos desde que nuestros niños eran pequeños.

     Después del café fueron de nuevo al parque, pero ya había caído el sol y el vigilante estaba cerrando las puertas de hierro, se dieron media vuelta hasta el parque pequeño que sólo tiene cuatro árboles ,un tobogán y muchos bancos donde charlando acabaron el domingo.

MARÍA Y SUS ABUELOS

 


     Érase una vez una niña llamada María que vivía en un pueblo situado en un monte y por el qué pasaba un río, vivía con sus abuelos era huérfana y tenía una tía que trabajaba en Madrid, un día sus abuelos decidieron coger el autocar e ir a hacerle una visita, la llevaron al Retiro y le compraron unas gafas de sol y un helado también se montaron en una barca para dar un paseo por el lago.

     La niña fue creciendo y sus abuelos la enviaron a estudiar a un internado con más niñas del pueblo y allí además de hacer deporte se sacó el bachillerato y luego se preparó unas oposiciones de agente judicial y se colocó en Hacienda donde se enamoró de un compañero con el que se fue a vivir a pesar de la desaprobación de sus abuelos que eran católicos.

      En verano siempre volvía para ayudar en la recogida del tomate, con su tía la madrileña y sus primos, celebraban las fiestas de agosto bailando en la verbena y participando en juegos para mayores en el río y todos eran muy felices en aquellos tiempos.

-MFC


RAQUEL

 

     Raquel es una amiga de Alicia “la maestrilla” que vive en un pueblo lejano de la capital.

     Un día se acercó a verla nunca habían dormido en la misma casa, Alicia se quedó sorprendida cuando la veía moverse sin hacer ruido, muy ordenada y con olor a colonia Nenuco, como una gatita.

      Una tarde que salieron las dos a pasear por la Rambla con buen tiempo conversaron de sus años de estudiantes saboreando un café. Raquel es algo caprichosa con los sabores, pero aquel café largo le pareció el mejor que había tomado.

     Al día siguiente se fueron al Museo Nacional y contemplaron las pinturas impresionistas de pintores del Siglo XX que estaba lleno a rebosar y mucho ruido de gente hablando alto no tardaron mucho en salir a tomar el aire.

      En la salida compraron unas postales para la colección de Alicia y unos pendientes de plata para agradecerle a Raquel su visita.

     Se despidieron con la idea de que Alicia le devolvería la visita en verano.

 

      -MFC

 

VIAJE A CAZORLA

 

     Alicia era tutora de un quinto de EGB y siempre dejaba la puerta de la clase abierta y con un radio casete les ponía música a los niños y atendía las diferencias entre cada uno.

    Había un alumno que dibujaba muy bien y en la clase de plástica pintaba en un papel de envolver en el suelo y todos los compañeros se quedaban boquiabiertos con sus pinturas.

       Elena, compañera de la clase contigua que había tenido a esos alumnos   le gustaba ver lo que Alicia  hacía en su clase, que era nueva en el colegio.

      A una niña llamada Virginia se le acababa de morir su padre.

Entre Elena y Alicia reunieron a los padres para que autorizaran a sus hijos viajar a la sierra de Cazorla de Jaén al aula de la naturaleza por un proyecto educativo que Alicia presentó animada por el jefe de estudios que era de un pueblo de Cádiz y un gran amante de la Naturaleza.

     En el aula de la naturaleza estudiaban a las águilas y a los ratoncillos y el ciclo de la vida animal, por las noches a la hora de dormir Alicia les leía cuentos en voz alta para que se relajaran. Fue una bonita experiencia.

Allí Virginia lloraba y por las noches leían cuentos en voz alta por turnos y eso la tranquilizaba.

-MFC

 

RECUERDOS DE CHICLANA

 

Allá por mil novecientos noventa y tres Alicia la maestrilla fue destinada al colegio publico la Alameda de Chiclana.  Había mucha humedad y viento fuerte del que rompe los cristales de las puertas y tira al suelo de la azotea la ropa tendida, pero como estaba enamorada a lo único que prestaba atención era a las cartas de su novio y a los diez días al mes en los que venía de Barcelona en su coche a estar con ella.

El colegio Alameda ni estaba en un bosque de árboles ni a orillas del mar como ella pensaba antes de verlo. Era un antiguo palacio mal conservado y un patio con el suelo de cemento resbaladizo donde había que hacer maravillas para que los niños saltaran a la comba , jugaran con los aros o saltaran al plinto. Suerte que a partir de sexto de EGB podían ir a unas pistas del ayuntamiento a jugar a baloncesto o a futbol.

-MFC