Translate

CON MÚSICA

 

     Elsa hoy ha hecho una excepción a ella que no le gusta estar de noche por ahí y  encima con mascarilla que se le empañan todas las gafas hoy ha salido motivada por una de sus joviales amigas

     Han podido disfrutar de un paseo por el gótico, entrar en la catedral, pasar por la casa de la justicia, escuchar a los músicos callejeros tocando jazz con su saxo.

    Las dos tarareaban la canción  a pesar que les traía bonitos recuerdos no sabían cantarla.

    Era divino compartir la belleza que había en esa plaza mágica de la catedral que es el punto de mayor energía positiva de la gran ciudad.

    No les han faltado los churros con chocolate en las calles donde estuvo Cervantes hace siglos y que siguen ahí de mármol duro,  como ellas dos mujeres  fuertes a pesar de la pandemia y de las vicisitudes de la vida.

-MFC

AIRE DE LA CALLE

 

 

Elsa da paseos huyendo de los virus y recuerda su niñez y adolescencia recuerda los duros inviernos de su pueblo natal en los que toda la familia se reunía en el único foco de calor que había en la casa, el brasero de carbón debajo de la mesa camilla donde no sólo se calentaban sino que se secaba la ropa y luego cuando ella tenía que hacer la maleta para irse al internado todas las amigas notaban el olor a carbón en su ropa.

A Elsa le gustaba hacerse sus jerséis de punto y aprovechaba por las noches para tejer en la habitación de la casa a la luz de la mesita de noche.

La habitación  era para ella y para sus tres hermanas y eso era un inconveniente una encendía la luz para leer o hacer punto y otra la apagaba y en la mesa camilla seguían los padres hablando no había televisión pero escuchaban  la radio.

El agua del panero en el patio se quedaba helada y los gatos se resbalaban en los tejados de la escarcha.

El frío se combatía corriendo y jugando en la calle empedrada a veces nos rompíamos un brazo y con escayola y todo seguíamos en la calle de día.

 Cuando Elsa fue creciendo y le dolía la garganta que era su punto débil su madre la llevaba al médico a la otra punta del pueblo y se iba parando con todas sus conocidas que barrían la puerta y les contaba lo que le pasaba.

Elsa lo pasaba mal le hubiera gustado un poco de mas discreción, pero no se quejaba  se sentaba en la sala de espera del médico  hasta que la nombraban y cuando entraba en el médico la pesaba, la medía, le ponía el termómetro y le recetaba un antibiótico, son anginas.

La niña tiene anginas volvía su madre repitiendo a todas las vecinas.

-MFC