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vivir en los setenta

Vivir en los años setenta.

Era una familia de agricultores con siete hijos, los cuales iban a la escuela y sacaban muy buenas notas.
Se comía de los recursos caseros: el aceite de la cogida de la aceituna se conservaba todo el año sin malgastarla, la carne provenía de la matanza del cerdo al que con tanto esmero  habían cuidado en la zahúrda del corral.También había gallinas y conejos  y verduras del huerto.
Compraban la ropa de vestir a un vendedor ambulante al que iban pagando conforme recogían la cosecha de trigo o la uva de la vendimia y para reyes un pequeño juguete para cada hijo, que se encargaba en una de las pocas tiendas del pueblo en las que también pagaban  fiado.
Hasta que los hijos mayores no acabaron sus estudios y se pusieron a trabajar en la capital y les pasaban una mensualidad a sus padres, estos no tuvieron ni una simple lavadora ni teléfono.

MaribelFC

Un momento.

Un momento.
Ir al campo a cocinar y comer carne a la brasa el día del santo de mi marido, mientras él regaba el maíz y mis hijos jugaban en el río, a coger cangrejos americanos, me sofocaba
y el verlo a él trabajar de sol a sol me angustiaba, total para sacar lo justo para comer y vestir, pero no había otro oficio en este pueblo de tan escasos recursos.
 También sentía bienestar cuando les hincaban el diente a la carne asada y disfrutaban con tanto apetito y me decían que buena te ha salido la comida mamá.
Y el hecho de estar todos juntos y rebosantes de salud, también me reconfortaba, los niños creciendo y nosotros aún jóvenes y con ganas de trabajar.

MaribelFC

Una alumna.

Una alumna.

Eva la más alegre de la clase, una clase de niños y niñas mal olientes y mal vestidos y Eva siempre olía a jabón y a colonia fresca de Nenuco y siempre con el pelo largo brillante atado en una coleta y con los ojos alegres, que cuando yo reprendía a toda la clase para que guardaran silencio ella con su simpatía no me ofendía al decirme” Seño no te enfades”.
Eva la que aquel día de invierno, mientras hacíamos gimnasia en el patio corría más que ninguno de los otros alumnos y no se cansaba los diez minutos que duraba la carrera de resistencia que consistía en dar vueltas al patio.
La conocí a los seis años y la tuve de alumna hasta los catorce y fue siempre la que atrajo todas mis miradas,traía unos cuadernos impecables mientras los otros niños o los traían manchados de gotas de grasa o con páginas rotas o arrugadas.


MaribelFC

Doña María

Doña María.

Dª María, había vivido, toda su vida, de maestra en pueblos cercanos a la ciudad,  enviudado joven y sus hijos y nietos instalados en América.Ella vivía en un barrio nuevo de  Barcelona con su fiel criada pero se sentía una inútil a sus años.
Con su bastón andaba por el parque,  al que daban todas las ventanas de su casa y en los días de verano se encontraba con  niños y niñas pequeños que jugaban acompañados de sus padres. También se encontraba con otro grupo que siempre estaba sin jugar sentados  en un banco, eran ya mayorcitos, y se acordaba de cuando ella ejercía de maestra y pensó que podía aún enseñarles algo.
-¡Hola chicos!. ¿Os gustaría  escuchar una historia muy bonita?, les preguntó.
-¡Vale!, dijeron a coro.
-Y cuando os la cuente, no dudéis en hacerme preguntas y en darme vuestra opinión.
Doña María disfrutó al ver las caras atentas y sonrientes de los niños.
-Le  preguntaron que si podía contarles otro.
-Vamos a hacer otra cosa, este cuento que os he contado lo escenificaréis vosotros y yo os repartiré los papeles
-Bien, dijo una niña que se llamaba Esther
-Me gusta la idea, afirmó Roberto.
Aquel verano se reunieron en el parque para pintar los decorados en papel de embalar, hacerse sus propias ropas y para recitar en voz alta el papel de cada personaje.
Dª María les bajaba unos exquisitos pasteles caseros.
Pero, un día no bajó y los niños la llamaron a voces y salió a la terraza su criada diciéndoles que estaba de reposo, con un esguince de tobillo. y los invitó a subir.
Doña Maria les dijo a los niños:
Podéis representar la obra aquí en mi salón me haréis muy dichosa
-¿ Podran entrar nuestros padres?
-Claro que sí a ellos también les gustará.
Ella, activa y  en buena compañía. Se sentía plena.

MaribelFC
                                                                                                                                                                                   

El agua.

El agua.

Las dos hermanas siempre iban juntas con sus vestiditos celestes o rosa con puntillas blancas, que con tanto esmero les había hecho la modista del pueblo, no sin antes haberlos elegido ellas por un figurín.
 Su niñera las peinaba con trenzas y moños cogidos con cintas de raso bien planchadas.
Las niñas jugaban a las muñecas en casa y no se relacionaban con nadie del pueblo, porque ellas eran las niñas del boticario y tenían que prepararse para ser señoritas y estudiar una carrera donde encontrarían a algún estudiante de la capital y se casarían con un buen partido.
Pero Elenita, que era muy traviesa, siempre que podía, se escapaba a la plaza donde estaban las demás niñas, hijas de campesinos . Y allí hizo una  amistad con  Lucrecia a la que le gustaba mucho mirar el agua del río e imaginarse que era verano y que se bañaban aunque  el agua echaba un vapor frío.Elenita también quería imaginar cosas con Lucrecia pero su niñera iba a buscarla y se la  llevaba a casa con su hermana para que cosieran con ella o dieran clases con su tutor.
Casi siempre Elenita aparecía en la plaza a la hora en la que todos los niños del pueblo salían de la escuela. Pero pasaron  los días y Lucrecia no estaba . Se enteró de que se habían mudado de pueblo ya que a su padre le habían dado unas tierras de colonización Entonces miraba al río y ya no veía nada, sólo el agua correr,tampoco quería jugar en su casa con su hermana a las muñecas ni  dar clases con su tutor .
 Sus padres no se lo pensaron dos veces y la mandaron a un internado. Ella resignada aceptó, allí coincidió con otras niñas  que hablaban de novios, cosa que a ella no le importaba y se pasaba las tardes en los jardines del internado mirando el agua de la fuente y del estanque y soñando que veía a su amiga Lucrecia.
 Una de esas tardes apareció el joven jardinero y le dijo:-a mi también me gusta mirar el agua siempre veo un barco y me voy a navegar y a ver países –que bonito debe ser viajar decía ella –igual que tu lo eres y me gustaría salir contigo  para visitar la ciudad
Elenita se quitó el uniforme se dejó el cabello suelto y se fue con Armando a recorrer la pequeña ciudad, que era histórica y monumental.
Cada tarde al terminar sus clases se iba a los jardines y en el agua del estanque veía reflejado a Armando

Maribel FC.
Despertar.

Andrés se levantaba al amanecer, recogía unos troncos secos que ya tenía apilados para el invierno, ponía unos cuantos papeles de periódico junto con la leña, en la chimenea de la cocina y les prendía fuego. Avivaba el fuego con un canuto de caña, colocaba un caldero y preparaba unas exquisitas migas extremeñas.
Cuando las migas estaban en su punto despertaba a sus cuatro hijos mayores, mientras la madre se encargaba de los tres pequeños.
Lo que más le gustaba a Andrés era compartir ese desayuno matutino con sus hijos de los cuales se sentía muy orgulloso porque eran muy aplicados en la escuela y también en el campo cuando los llevaba en vacaciones.
Cuando los niños se habían tomado ya las migas y el café con leche, salían todos juntos: Andrés al campo con el carro y las mulas y los niños con las carteras y bien abrigados a la escuela del pueblo.
Andrés en el olivar también tenía que encender una lumbre porque se le helaban las manos y los pies vareando y cogiendo aceitunas negras para aceite. Así y todo él no dejaba de cantar, le gustaba su trabajo y era feliz con su familia.

MaribelFC.

Elisa.

Elisa.

Elisa bajó del tren , la esperaban sus íntimos amigos con los cuales se trasladó a su casa donde  la agasajaron con una exquisita comida. A los postres llegó Sergio, un amigo incondicional que estaba recién divorciado.
Ella con sus encantos físicos y su don de palabra amenizó el momento , Sergio no le quitaba los ojos de encima y conversaba también y se le veía relajado y feliz. Al irse a su taller de pintura le dijo a Elisa:
-Si te parece, nos vamos tu y yo a cenar al Pueblo Español que te gustará.
-Me parece bien porque casi no conozco la ciudad.
Pasaron unas horas y se acercaron todos al taller de pintura de Sergio, de ventanales grandes con pinturas en las paredes y otras a medio hacer en los caballetes.
-Son preciosas  tus pinturas le comentó Elisa.
-¿ Cuándo expones?
- Tengo una exposición abierta en el barrio de Gracia
- ¡Ah! estupendo no me iré sin  verla.
Del taller se fueron a la cena y pasearon por el pueblo español pero al dar las 12 Elisa dijo que tenía que marchar urgentemente y cogió un taxi, llegó a casa se quitó la ropa elegante  y se dispuso a escribir una carta a sus padres. Ella aunque lejos obedecía a sus padres.
Sergio, no entendía nada y al día siguiente los llamó por teléfono y los invitó a ir a su galería, allí el le preguntó a Elisa que no entendía el porque de su marcha fugaz y Elisa dijo:- no es por nada solo que no puedo quedarme tarde hasta que no esté casada, es un precepto paterno.
Elisa venía de un pueblo en el que las chicas no podían estar con un hombre a solas y bastante se había liberado aquella noche.
Sergio, le dijo que no le importaba volver a las 12 pero que la llevaría a dar una vuelta por la ciudad y comieron juntos pasearon por Montjuït y él acertó a  acariciarle el pelo y a pasear cogidos de la mano.
Elisa llamó a sus padres diciéndole que se quedaría unos días mas.
Ella volvió al pueblo y cada vez que tenía una ocasión cogía de nuevo el tren.

MaribelFC

Las castañas

Las castañas.

Recuerdo aquellos días en los que todos estábamos sentados alrededor del fuego, donde cada uno con un cuchillo rajábamos las castañas , para después ponerlas entre las brasas  de la lumbre de la cocina y asarlas. Contemplábamos el crepitar de las chispas y el ruido que hacían al irse asando y mi madre con unas tenazas largas de hierro las iba sacando, de una en una.
Sí , mi madre con todo el don y la alegría que tenía para hacer que a la familia las tardes de invierno en casa nos resultaran cálidas .
Mientras comíamos las castañas aún calientes, en la mesa del comedor jugábamos al parchís y a las cartas y el que perdía ponía una “ perra chica” del monedero de céntimos, expresamente guardado para esas ocasiones.
Lo peor eran los días de tormenta, en los que caían rayos y sólo había un pararayos para todo el pueblo y mi madre nos decía que teníamos que estar sentados con los pies en alto y la puerta de la casa abierta para que pasara el rayo y por la del patio saliera.
Mi madre en voz alta repetía:
-¿Cuándo vendrá vuestro padre del campo?.
-¡Que preocupación¡, con la tormenta que hay.
-¡Que no le haya pasado nada!.
-Rezad un padrenuestro, hijos míos.
Yo imaginaba a mi padre volviendo con el carro tirado por mulas  a todo galope, para llegar cuanto antes a casa y ponerse a salvo, porque se decía que lo peor en una tormenta es estar cerca de los árboles.
Por fin llegaba con las botas llenas de barro y todos nos abrazábamos a él, el cual iba repartiéndonos castañas que sacaba de un saco. Luego se iba a cambiar y a asear y de nuevo nos sentábamos alrededor del fuego y nos contaba su vida en el campo que nosotros escuchábamos absortos.

Maribel FC


Una carta.

Una carta.

Querida Aurora:
Empecé a notarme muy cansada cuando iba pedaleando a impartir mis clases,a aquella escuela, que tu conoces, a las afueras de Sevilla.Con lo cual dejé la bicicleta y cada mañana cogía el autobús, aunque tenía que madrugar más.Ya sabes tu lo mal que funciona el transporte público.
Durante la comida ,con mis compañeros sentía naúseas y ellos de broma me decían:¡A ver si vas a estar embarazada!.Pero no se de quién ¿verdad? Me quedé tan agusto al cortar con aquel psicólogo loco… que rechacé a cualquier chico que se me acercaba.
Te preguntarás que porque no fuí a la consulta de un médico, pues sí , cuando observé que me dolía mucho la espalda y el estómago, con el simple movimiento del autobús, fuí.
Me hizo una exploración y me derivó a digestivo allí, después de una analítica, me diagnosticaron hepatitis: dieta y mucho reposo.
Y en eso estoy, cuando me deja la gata de mi tía, a la que no he sabido decirle “no”, cuando me ha pedido que se la cuide por un mes y está en celo y no hay quien le haga tomar las pastillas que le ha recetado el veterinario, para que se calme, me araña , se eriza, sale a correr desesperada, escupe la pastilla…
Para colmo, pensando en compartir los gastos de alquiler del piso, lo comparto con una chica enfermera que es un desastre, se pasa el día con el pintalabios, pero el fregadero lo deja a rebosar de platos sucios.
Te ruego Aurora que me invites a ir a tu pueblo un tiempecito prudencial.
Esperando tus gratas noticias,
Un fuerte abrazo,
Marisa.

Mis tías Gloria y Beatriz

Mis tías Gloria y Beatriz.
Vivían en el pueblo las dos vestidas de luto , eran mayores pero no viejas. Se pasaban el día en la salita, allí tenían una mesa camilla junto a la ventana de la calle Real, por donde pasaba medio pueblo. Ellas veían la vida pasar entre puntadas y remiendos que hacían por encargos.
Al fondo de la sala tenían una cama de hierro muy grande donde dormían las dos juntas, con la colcha blanca de ganchillo hecha por ellas.
Según entrábamos en la habitación lo primero que hacíamos , mis primas y yo, era darles un beso y ellas nos sonreían. De ahí pasábamos a disputarnos una mecedora de caoba, donde nos mecíamos, cantábamos y nos veíamos reflejadas en un gran espejo con marco de madera colgado en la pared vacía.
Al lado de la mecedora estaba la sala de baño con un retrete, un lavamanos con jarra de agua y palangana de cerámica todo impegnado de un grato olor a jabón de glicerina.
Las dos sentadas en su mesa camilla cosiendo y escuchando radio nacional de España nos repetían “ tened cuidado niñas no salgáis a la calle que os pueden raptar, ya han dado bastantes casos  en la radio”.”Pero titas si en este pueblo todos nos conocemos”.
“ salid vosotras de casa y ya veréis”” veréis  de noche las farolas de la plaza encendidas y el kiosco de chuches en el centro y el bar de Bertrán con los veladores puestos y nuestros padres tomando un vinito”
Pero ellas no salían , mi madre y mis tías les llevaban las pequeñas compras que necesitaban.

MaribelFC



Una historia

Una historia.

Por las noches me quedaba rezando el “angelito de mi guarda” un padre nuestro y dos avemarías por los difuntos, y me acordaba de mi tía Milagros y de mi abuelo Aurelio, que eran dos personas cercanas a las que había visto morir y lloraba.
Tambien tenía que rezar por las almas que estaban en el purgatorio. Obligaciones que mi madre me imponía antes de dormirme.
Por la mañana mi madre me llamaba:
-Lucia levántate que son las 7 y tienes que irte a  la escuela
Yo entre sueños imaginaba que ponía un pie en la alfombra luego el otro y me levantaba.
Mi hermana Alicia, con la que compartía habitación,aún seguía durmiendo, ella no tenía que coger el transporte escolar porque iba andando a la escuela del pueblo.Pero yo, ante el calorcito de la habitación, el acogedor colchón y las sábanas suaves y mil sueños agradables… me hubiera quedado en la cama.
Ahora la voz fuerte de mi padre:
-Lucia levántate que son las siete y cuarto y vas a perder el autobús.
Luego llegaba mi prima Marta:
-Lucia ¿que haces aún en la cama?,¡ yo no te espero!.
-¡ya voy! daba un salto de la cama.

Cogía las tostadas y me las iba comiendo por el camino, salíamos corriendo monte arriba , por una atajo lleno de hierba mojada , con  escarcha, babosas asquerosas sacando su flácido cuerpo, a las que teníamos que esquivar y llegábamos a la punta del pueblo donde estaba el bar “el torero”y la carretera nacional.
Allí estaba Carchuto que era el conductor del autobús o tartana y nos llevaba, pasando por varios pueblos donde recogíamos a mas niños.
Nos llevaba al pueblo principal de la comarca donde estaba el colegio Padre Manjón.
Una vez , en la carretera de un pueblo llamado Barbaño se tuvo que detener el autobús porque había una rama de un Eucaliptus caída y atravesada en el suelo.
Pero, a pesar de que todos queríamos bajar para ayudar… en aquella ocasión, tan poco usual,ocasión que a Carchuto lo enfadaba y a nosotros nos divertía. Este hombre sólo dejó que se bajaran dos mozalbetes de 8º de EGB con 14 años y entre los tres quitaron la rama del árbol y seguimos cantando canciones hacia el final del trayecto.
Y una vez en la puerta del colegio los maestros nos ponían en fila, la directora izaba la bandera española y teníamos que cantar uniformados, el himno nacional, que era tan triste como las oraciones nocturnas.

MaribelFC

Olor a Heno de Pravia

Olor a Heno de Pravia.

Los queridos jabones de Heno de Pravia que metía mi madre entre los cajones de la ropa limpia, y que yo ahora hago lo mismo entre la ropa limpia de los diversos cajones, altillos, canapés, armarios.

 Muchos armarios que tengo y mi querida madre sólo tenía un armario, el llamado ropero, donde guardaba las sábanas bordadas del ajuar y la ropa limpia de mi padre y la ropa limpia suya y los trajes de comunión nuestros, pero curiosamente ¿ que pasó con su traje de boda? , que el de chaqueta de mi padre si estaba y el suyo blanco no. Creo que se hizo un traje de chaqueta de luna de miel.
Antiguamente se arreglaba todo. La recuerdo con un traje de chaqueta como de tela, una tela buena, blanco roto y con algo de brillo y unos tacones altos, de salir arreglada, como cualquiera de las actrices de cine español o de cine americano.

Sí el ropero con espejos, con cuatro puertas, con olor a Heno de Pravia, jabón de lavanda…es el olor que a mi me gusta, es el olor a limpio y a ropa bien cuidada.
También había el olor de ropa secándose al brasero de picón, olor de ropa a humo, porque teníamos que hacer las maletas para irnos al internado y la ropa no se secaba , era invierno. Ese olor no me gustaba.

MaribelFC

Al terminar la carrera

Al terminar la carrera.

Alicia al terminar su carrera, tuvo que retroceder a su antigua vida familiar, ahora poblada de disgustos y de malas caras  y de malsonantes palabras paternas porque su  hermana mayor se había casado con un joven al que no conocían, era de Siria.
Alicia iba y venía de su pueblo a la capital de provincia que estaba a pocos kilómetros, unas veces haciendo “dedo” otras en el autobús de línea. Según si había cobrado o no sus clases particulares.Allí se sentía mas viva que entre los disgustos familiares, su padre hasta adelgazó.
Un fin de semana se fue con una amiga  a las fiestas de Cáceres, las de San Jorge, haciendo autoestop,conoció a Toni, un estudiante de piano, con abrigo largo, sonrisa abierta, pelo rizado a melena, y se volvió loca por su trato sensible hacia ella y creyó que este era su príncipe azul.
Acabaron las fiestas y el se fue a su lugar de residencia: Madrid.
Alicia lo intentó todo por estar con él y mirando anuncios de trabajo en el diario, dió con la bolsa universitaria de Madrid y sin pensarlo dos veces allí se trasladó a cuidar niños y a preparar oposiciones en una academia y los fines de semana quedaba con Toni el cual la llevaba a las zonas de marcha y no era raro que pasara una chica por allí y se abrazara a Toni y le diera un beso, esto no lo había visto nunca ella en su provincia, gente tan liberal y se sentía extraña.
Un día Alicia yendo para la academia se mareó en el metro y empezó a sangrar llamaron a una ambulancia y la trasladaron al hospital donde le dijeron : has tenido un aborto. Se lo comunicó a Toni pero este le dió mil excusas y no fue a verla.
Ella se sintió sola y prefirió retroceder a su antigua vida familiar de nuevo, bastante mas delgada y reservándose todo. Su familia la recibió con los brazos abiertos y ella siguió con sus oposiciones.

Maribel FC

Paisaje triste.

Paisaje triste.

El agua mansa. En ella flotan dos barquitos de madera sin velas y sin motor.
El puerto es de piedras mal cortadas y cada una de un tamaño y de un color diferente. Sobre estas piedras se tambalea un porche de tejas medio rotas y rojizas.

La luz intensa del sol proyecta la sombra de los barcos en el agua, la sombra del porche en el escueto puerto y la escasa sombra de los árboles en el terreno árido.
Debajo del porche dos viejecitos pescadores, remiendan sus redes.

Escalonadas en la parte media, de lo que parece un monte, se encuentran unas pocas casas ruinosas y mal apiladas que dejan ver, entre sus paredes grisáceas de la humedad, unos árboles sin frutos y una solitaria palmera centenaria.

En lo más alto del pequeño pueblo pesquero, se divisa una muralla deshabitada, con una fortaleza en ruinas.

MaribelFC.

Un sueño

“Un sueño”

¡¡ Inma en el tren !!, mi querida amiga del internado de la que me separó el destino y por fortuna  me la encuentro ahora en el Talgo. El tren largo que va desde Barcelona a Sevilla, tren con infinitos vagones de grandes y cómodos asientos, con cafetería , restaurante y compartimentos con camas.
Un largo pasillo de asientos a ambos lados e Inma al final del tren
¡¡ Inma Inma!! me pongo recorrer  el Talgo, feliz y gozosa por estar con ella.
 Después de unos años de mandarnos cartas y felicitaciones por navidad,me la encuentro… ¡que bien!.
Voy andando deprisa por  el infinito pasillo del tren, ansiosa por tenerla a mi lado y hablarle… pero ella no me oye y se aleja lentamente a un ritmo monótono y yo sigo avanzando, cruzando uno y otro vagón a toda prisa y sin dejar de ver su figura, pero  como si la gravedad me  impidiera ir más rápida y con ansias de abrazarla.
 El pasillo largo no se acaba nunca y es imposible: ella se aleja siempre con un ritmo constante sin que nada la inmute.
 Sudorosa estoy, este tren es más largo de lo que me pensaba. Una señora  se interpone en mi camino pero yo casi no reparo en ella y nos chocamos porque voy como si estuviera  ciega, ciega por estar con mi amiga. El pasillo se hace interminable y la distancia que nos separa parece ser siempre la misma  y la figura alta y de pelo corto rizado  que tantas veces peiné en el internado, sigue andando como una sombra en la lejanía y el tren  largo se hace  inacabable.

MaribelFC.

despues de la tempestad viene la calma

Después de la tempestad vino la calma.

Luis está esperando a que María se levante de siesta, para ir a tomar un pastelito y hacer unas compras.
María se levanta soñolienta, salen a la calle, pasan por dos pastelerías cerradas y empiezan a caer goterones. Esta decide volver a casa, vuelven discutiendo. Luis dice que esta mal darse media vuelta, e ironía tras ironía Luis no se calla, María se ofende e intenta explicarle que en el mes de julio, recién levantada de la siesta y a punto de llover…Luis no lo entiende, se enfadan los dos y herméticos se separan cada uno a una punta de la casa.
De pronto el cielo se oscurece, el viento sopla fuerte, despuntan truenos y rayos, cae una manta de agua, seguida de granizos…María lo llama a gritos, él estaba tumbado en el sofá y ella en la ducha, de donde empieza a brotar agua por el bidé y por el water.Se les inunda la casa.
Y cubo a cubo, los dos unidos en una misma misión, van recogiendo el agua y van calmándose las tormentas.

MaribelFC

La pesquera.

La pesquera.


Me acuerdo de cuando íbamos a la pesquera y a Lorenzo se le empinaba, debajo del bañador.Los otros muchachos decían que era del agua fría del río.Yo creo que era de vernos a nosotras en bañador o bikini.
Poníamos un flotador que era una rueda de tractor agrícola y desde la presa de cemento y piedra o pesquera, nos tirábamos al centro del flotador a ver si caíamos dentro. Algunas de las amigas no llegaban porque no sabían nadar bien en lo hondo.Pero mi hermana y yo éramos las que mejor sabíamos nadar y nos tirábamos al agua sin ningún miedo.
Otras veces íbamos sin tanto bullicio de pandilla, con una sola amiga y nuestros hermanos pequeños y Fran nuestro perrito. Y el camino que cogíamos era el del Puerto, donde estaba el canal grande, en el cual se ahogó una familia entera en coche.
Un día dejamos la ropa en el borde del canal y se cayó dentro. Queríamos cogerla pero por el peligro de la corriente del agua lo dejamos estar y nos quedamos sin ropa. Fue entonces cuando pasó por allí Lorenzo en bañador y con las manos tapándose sus partes, nos dijo hola y adiós.


 MaribelFC 

Mi tía Eulalia

Mi tía Eulalia.
Cuando  me voy a comer a casa de mi tía Eulalia  me da pañuelos de papel y jícaras de chocolate. Me dice: ¡quédate un ratito más que yo no tengo ninguna niña!
 Mi tía siempre está igual, sonríe con su cara grande y con sus ojos grandes, grisáceos-verdosos. Su cuerpo de estatura mediana es elegante, sus manos bien cuidadas y con las uñas pintadas. Están hechas para coser y acariciar.
¡Ay mi niña! Me dice, y siempre nos mira a los ojos con cariño para saber cómo estamos yo o mis primos.
Le encanta preparar exquisitos platos y poner una mesa como Dios manda, donde no faltan platos para picar, un primer, un segundo plato y un postre.
Siempre conserva la calma y no da una voz más alta que otra, ante las situaciones difíciles que la vida nos va presentando a todos, sin excepción.

MaribelFC.



Mi figura

Mi figura
Me acuerdo de aquellos meses en los que habitaba en una casa extraña de familia rica. Yo cuidaba de un bebé, al que le daba los biberones y le cantaba canciones de cuna. .Por las mañanas me gustaba tomarme un zumo de naranja y un bocadillo de jamón York, pero la señora se enfadaba conmigo porque gastaba las naranjas contadas para la merienda de su hijo el primogénito, que se pasaba el día en el mejor colegio de esta ciudad de provincia al que iba y volvía con muchos otros niños de uniforme de pantalón azul corto, camisa blanca, chaqueta y calcetines azules y zapatos de cordones bien lustrados.
En la casa de pueblo de mis padres lo que había era para todos. Pero tenía que acabar mi último curso de carrera y no tenía dinero para pagar un alquiler.
Entre biberones y canciones de cuna tenía suficiente tiempo mientras el bebé dormía para estudiar mis apuntes.
Me metía en mi acogedora habitación con colcha de florecitas, cortinas a juego y escritorio de madera de haya y a la vez que iba subrayando con rotulador fluorescente y memorizando, de cara a los exámenes tenía un blog de dibujo donde no se cuantas  veces había dibujado mi figura para borrar de mi mente el modelo que me había dibujado con sus palabras mi tío político” eres un tapón de alberca”  y entre apuntes y biberones, yo me miraba al espejo y me dibujaba y me aceptaba como jovencita  elegante y de altura mediana.
Cuando acabé la carrera volví al pueblo con mi título de grado medio y un día en casa de mi abuela materna que era bajita, de poco hablar, de mucho hacer y de tenue sonrisa se presentó con sus alardes de cochazo haciendo sonar el claxon, nada mas entrar por la calle, mi tio  político, el cual no era agricultor como todos los de mi pueblo, sino que tenía una empresa de chatarrería de coches viejos. Había venido de lejos, se había recorrido el mapa de España y era de los pocos hombres que  tenían esos aires de superioridad. Le he comprado un vestido a tu prima en el corte inglés mira que guapa va a estar, me decía, a ti te compraré unos tacones a ver si creces. Entonces le conteste: “calladito estás mejor” y enmudeció.



MaribelFC

Mentira


Mentira

Lucía se recorría la ciudad universitaria de la mano de Ramón, ella feliz con sus tejanos gastados y su camisa de flores en tonos celestes y rosados,  estaba enamorada .Esto es  un comienzo que acabará en mi sueño: nos casaremos y tendremos hijos, esperaba.
De la mano veían los atardeceres y hacían manitas en el jardín, se sentaban juntos entre apuntes de derecho y filosofía y Ramón le acariciaba la larga melena y le susurraba poesías al oído entre besos y carias en el cuello este es el “rincón de amor “le explicaba él.
Lucía con una ancha sonrisa y medio alelada, iba paseando, camino de la facultad y en su pensamiento no había sitio para los estudios su cabeza estaba ocupada por las sensaciones amorosas del día anterior.
-¡¡Lucia!! la llamó una chica que le contó: se que andas con Ramón, pero este tiene novia en el pueblo y una hija a la que reconoce como hermana por el que dirán.
-¡Mentira, eso es mentira! Gritó Lucia dolida.
Se fue corriendo a contárselo a Ramón, el cual le aseguró que era ¡verdad ,verdad !
-¡Pero Ramón! ¿Cómo has dejado que me enamore de ti?, le preguntaba Lucía llorando ¿Qué haremos?
-Yo ya no quiero seguir con esto, por mi hija y auque no quiera a su madre, tanto como a ti, mi familia ya ha pactado el matrimonio con la suya. Afirmó Ramón.
-¡Ay Ramón! no soportaré verte cada día sabiendo que lo nuestro se acabó. ¡ Que dolor tan grande siento! Pediré traslado de matrícula y me iré lejos donde haré una vida nueva. Dijo Lucia, sobreponiéndose.



Un domingo

Un domingo.

Es genial salir un domingo a primera hora de la mañana en bicicleta.
Sólo los deportistas están despiertos.
Hasta los coches de esta gran ciudad duermen.
El paseo marítimo está tranquilo con cuatro ciclistas, cuatro corredores y cuatro paseando a sus perros.
El mar está en calma y el cielo avecina lluvia.
Es genial tirar una foto para inmortalizar este momento matutino.

MaribelFC

muerte

Muerte.
Justo cuando no te tengo a mi lado se muere mi padre, en el internado me hubiera sido todo mas fácil tu me escucharías y te inventarías juegos para pasarlo bien pero ya no nos veremos hasta el curso que viene.
Como tú sabes, mi padre llevaba ya padeciendo en la cama un cáncer. No nos dejaban verlo ni mi abuela, ni mis tías. Sólo mi madre nos dejaba acercarnos a la cama grande y darle un beso de vez en cuando.
Ahora todas las noches rezo las oraciones que me enseñó mamá y ella nos lleva un vaso de leche a la cama a mi hermana y a mi, que llevamos un lazo negro en el vestido por el luto.
Mi madre recibe muchas visitas y no ha dejado de salir a hacer la compra a casa de "can Mora" la única tienda de comestibles que hay en este pueblo tan pequeño.  Tu aún no lo conoces a ver si un día os venís tus padres y tu por aquí.
Mi madre dice que mi padre como buen hombre que era está en el cielo. Pero  la noto más delgada y le ayudo en todo lo que puedo de la casa y como no quiere venir conmigo a tomar un helado a la plaza se lo traigo a casa y me dedico mas a estar con ella que a salir con mis amigas.
Lo peor para mi es la noche lloro mucho y le digo a Dios que porque se lo tuvo que llevar si era una buena persona.
Te echo de menos,
MaribelFC

Inciso

Inciso.
Llegó la lluvia de primavera, otra vez.
Y el Barcelona –Madrid , otra vez.
Me quedé sola con la perra.
Puse música clásica y me olvidé de todo.
Sin tener nada que hacer.
Nada en que pensar, ni que recordar.
Sola pero acompañada.
Y cesó la lluvia.

MaribelFC.

El grifo del patio

El grifo del patio.

El grifo del patio de la casa de mis padres era de bronce y como cerraba mal se le puso un artilugio para abrir y cerrar mejor.
 Quedó más feo pero cerraba y abría de maravilla.
Así podíamos disfrutar del agua para llenar los cubos, para regar las plantas, para llenarles la piscina de goma azul a mis sobrinos y para no pasar ese calor de 40 grados en Extremadura.
Sí le sacábamos mucho partido al grifo del patio. Mi hermano y mi madre preparaban las aceitunas de sosa en conserva, las verdes. Las echaban en garrafas grandes, endulzándolas con agua del grifo del patio ¡que tiempos aquellos de vida en un pueblo!.
 Siempre había actividad en el patio.
Yo enseñaba y le demostraba a mi hermana mediana como se hacia el pino o vertical, para que aprobara la gimnasia de BUP y las piernas mías más de una vez fueron a caer encima de los ficus, geranios y begonias que tan bien plantadas tenía mi madre, en sus maceteros de barro.

MaribelFC.

La matanza del cerdo.

La matanza del cerdo.

   El día anterior a la matanza el olor a ajo penetraba por toda la casa , estábamos en la chimenea del pasillo y ya casi teníamos una olla inmensa llena , los pelábamos entre mi abuela, con su moño y sus gafas de montura de pasta gris oscura, mis primas mis hermanas y yo. Sí tanto olor a ajo amontonado kilos y kilos de ajos.
El pan para las migas lo picaban entre mi abuelo y mi padre, lo echaban en una fuente de porcelana cascada .El olor a pan en la cocina donde estaba el fogón y la otra chimenea me resultaba un olor agradable, al final lo salpicaban con agua y sal para dejarlo reposar para las migas del desayuno.
Mi madre y mi padre, mientras tanto, iban sacando las artesas de madera pesada que cogían entre los dos y le limpiaban el polvo que pudieran tener, de llevar guardadas un año.
Eran días en los que el agua del panero,del patio, se helaba por la noche, teníamos que ir vestidos con guantes, bufanda y abrigo y no salía el sol.
Madrugabamos para comernos las migas y ver matar al guarro. Llegaban mis tíos preparados con arbulagas secas y las metían en la lumbre del corral y chamuscaban con ellas al cerdo, que no paraba de chillar a la manera tan escandalosa que tienen ellos y que ya conoceréis muchos de vosotros. Para economizar matarife mi padre, que era valiente, le clavaba el cuchillo y una de las mujeres espertas, recogía la sangre para las morcillas, en un baño, dándole vueltas con la mano sin parar, para que esta no se cuajara y luego la aliñaban con ajo y perejil.
Cuando empezaban a trocearlo el primer trocito de carne asada era para nosotros, los niños. Después se picaba la carne para hacer chorizo blanco, chorizo colorao y algún jamón, que tanto nos gustaban.En la mesa larga de la cocina y con tres braseros de picón iban atando los chorizos los mayores, mientras nosotros nos columpiábamos: “el último columpión que llega a la estación, abajito y abajón” cantábamos. Era un columpio que mi padre y mis tios nos habían hecho en el arco de la puerta del corral con cuerda de pita.
-¡Niños ir a por naranjas a la huerta!, dijeron mi madre y mis tías.
-enseguida vamos ,contestamos a coro.
En los alrededores de la huerta nos pusimos a colgarnos de las higueras, a coger cañas del cañaveral…metíamos las cañas en el estanque, lleno de limo verde , como algas,y a ver quien sacaba más limo.Pero mi prima Ana,que estaba haciendo equilibrios por el borde del estanque se resbaló y se cayó dentro.
-¡Socorro sacadme de aquí!, gritaba casi llorando.
-Agárrate a esta caña, le decía yo acercándosela
-¡Ay se rompió!
-Dame la mano,le pedía mi hermana
Mi hermana Marta consiguió sacar a mi prima Ana toda llena de algas, hierbajos , limo y tiritando.

MaribelFC




Un texto amarillo

Un texto amarillo.
La arena de la playa, las papeleras de envases de plástico y el fuerte sol dándonos en nuestros bronceados cuerpos, tumbados en las toallas.
 Fue entonces cuando Luís, muy decidido, cogió su flotador de color limón y se metió a jugar en el agua entre los  acalorados bañistas, bajo un sol de agosto.
De repente Luís volvió nadando y ya en  la arena, con las lágrimas cayéndosele, nos decía:¡ me ha picado , me ha picado un bicho!.
En el puesto de socorro le untaron una crema ocre y pastosa  que pareció aliviarle  y se sentó con sus padres a reponer fuerzas, con unos plátanos y unos melocotones.

MaribelFC

El taxi del gordo

El taxi del “Gordo”
Donde me acompañaban mi padre, mi madre y alguno de mis hermanos, los que cabían. En el que mi padre y el gordo iban conversando y riéndose con sus ironías adultas, en el que mi madre iba triste porque ya no me volvería a ver hasta dentro de tres meses, en el que mis hermanos iban contentos por ver un autocar grande donde yo y muchas niñas  subiríamos.
Sí subiríamos hacia un sitio muy bonito, que ellos conocían por postales y saboreaban las chocolatinas  que yo les llevaba cada trimestre y que había ido recolectando de cada merienda, a base de pasar dos y tres veces a merendar.
Yo hubiera querido que ellos subieran conmigo en el autocar, era lo único que me faltaba para ser feliz en aquel lugar. No me faltaban amigas con quien compartir juegos, bailes, películas, ropa para salir guapas los fines de semana, uniforme con falda a cuadros y camisa blanca, bien planchados de la lavandería, salas de música con todos los cantautores en vinilo y butacas tapizadas con telas de flores, un sin fin de jardines, una cafetería una piscina cubierta…Allí residía yo en mis años de bachillerato y COU estudiando. Nuestro lema,en los pasillos donde estaban las aulas y la capilla y donde pasábamos la mañana y la tarde era:”A Dios rogando y con el mazo dando”,sí asistíamos a clase y no solo eso, también estudiábamos en las bibliotecas, en las salas de estar, en los jardines, en la piscina, en la cafetería…
Y en mi pueblo dejé mi infancia a la que volvía con el taxi del gordo.
-¿Cuántas calabazas traes?, me preguntaba mi padre a la vuelta.
-para hacer puré seguro que trae, decía el gordo.
A mi me dolían los oídos… ¡después de todo lo que yo había estudiado! y no había conseguido aprobarlas todas…
-seguro que aprueba en septiembre ella vale,aseguraba  mi  madre alegre.
-y entonces a mi se me saltaban las lágrimas de la emoción al oír su voz cálida y amable y con esas palabras bajábamos del taxi.

MaribelFC


La madreselva

La madreselva

Cenaban a la luz de la luna inspirando el perfume de la madreselva que

trepaba por todo el patio.La abuela seca , llena de arrugas y vestida de luto,
que normalmente se quejaba de ardores por su úlcera de estómago, producida
probablemente por su mal carácter, estaba satisfecha y festejaba la deliciosa cena con una tenue sonrisa.
La madre enseguida tuvo que dejar la velada e irse a recoger la cocina. El
padre ,con cara de cansado daba una cabezadita en la butaca. La hija, delgada,
respiraba hondo el perfume de la enredadera y se sentía orgullosa de aquel
patio.
El hijo pequeño correteaba con su triciclo por las baldosas, medio sueltas, que hacían un ¡clic, clic! al pasar.
Sus caras expresaban la satisfacción de tener aquella estancia tan acogedora.
Cuando la madre volvió de la cocina se sentó a compartir aquella sensación que se reflejaba en el rostro de todos. Observaba a su familia feliz y miraba su madreselva exuberante  absorbiendo su aroma. Lucrecia, la adolescente delgada, dijo buenas noches y se fue a su habitación, que tenía un ventanal grande que daba al patio.
La madre, soñolienta, acostó al pequeño, que no quería irse a dormir. La abuela dijo buenas noches y se retiró El padre se quedó  un instante más pensando: ¡que bonito está el patio con esta enredadera! , después se fue a sus aposentos.
La luna llena lo iluminaba todo, los gatos correteaban de un tejado a otro y Ricardo, un compañero del instituto de Lucrecia,  esperó un rato, saltó la tapia del patio y preparó enseguida lo que llevaba deseando durante algún tiempo.
Este olor siempre me ha excitado y las noches de luna llena son algo sobrenatural, cogeré unas ramas de madreselva y las colocaré en el suelo para mi amada. Nuestro amor es secreto.
Espero que Lucrecia se acuerde que esta noche  yo vendría a verla y a recitarle unos poemas.
La joven, cuando creía que  todos dormían, salió al patio y se sentó junto a Ricardo, sobre las ramas. La noche era cálida y veraniega Ricardo la rodeó con un brazo, susurrándole unos poemas al oído, ella estaba tierna  y en ese momento lo deseaba. Sintió un cosquilleo sensual en todo su cuerpo. Se pusieron
como locos a cortar la enredadera. Seguidamente a tirarse sobre ella, a abrazarse, a desnudarse y a recorrerse el uno al otro cada rincón de su piel. Se amaron enredándose entre la madreselva.
La cortina del dormitorio de los padres se descorrió y el rostro de la madre,con expresión de comprender la pasión de los jóvenes, se dejó ver. La madre en silencio guardó el secreto.
El niño dormía la abuela y el padre también.
A  la mañana siguiente todos se quedaron atónitos al ver la madreselva destrozada.
¿Pero que ha pasado aquí?, preguntó el padre.
Lucrecia y su madre silenciosas guardaban el secreto. Se miraban la una a la otra. La hija  avergonzada y tímida, la madre serena y comprensiva.
Habrán sido los gatos supuso la abuela.¡que pena con lo bien que olía!
Sus caras habían cambiado,  la felicidad se había esfumado, superponiéndose la decepción.
MaribelFC

Escena familiar



“ Escena familiar “

Mi abuela paterna seca, enjuta, arrimada a la enagua de la mesa camilla , para que le llegara el calor de las brasas, de picón de encina, del brasero que preparaba mi madre activa y cuya misión era tener una camilla caliente y alegre.
 Los juegos de cartas o el parchís y una buena merendola con foeigras, chorizo, Ver imagen en tamaño completoqueso manchego… y alrededor la alegría de sus seis hijos sanos , fuertes y estudiosos.
Primero la mesa camilla se llenaba de libretas, que a veces se juntaban con la merienda y aparecían en ellas alguna mancha de chorizo “colorao”, y todos bien aplicados con las divisiones , multiplicaciones, restas o sumas, según la edad, ya que yo la mayor tenía doce años y bajaban en escalera de edad cinco más .
Habitualmente llegaba un amigo del mediano a preguntarle dudas de la escuela.
 La abuela  ya no podía hacer ganchillo,  ni punto y sólo conversaba, en su buen castellano y se frotaba las manos para que le entraran en calor y cuando llegábamos de la calle, nos tocaba las manos o las mejillas carnosas infantiles se juntaban con los pómulos y las manos huesudas de abuela y ella comentaba ¡oléis a aire fresco! .
Luego llegaba el padre cenaban , apagaba la tele y todos a la cama, donde la madre les llevaba una “galleta maria” y los arropaba bien con un beso de “hasta mañana si dios quiere y rezar el agelito de mi guarda”.
  El padre se quedaba en la cama despierto oyendo a José María García y fumando un cigarro, en su cama de la sala que comunicaba con la alcoba de los niños.
 En el otro ala de la casa estaba  la sala comedor, con muebles bonitos del ajuar y la alcoba de las niñas y de la abuela.
Así iban transcurriendo los días, hasta que una noche la madre se despierta porque oye toser a los niños y ve su  sala llena de humo y la colcha –edredón ardiendo, despertó al padre y apagaron el incendio.
 La madre tranquila se lo contaba en el desayuno a los niños y a la abuela. El padre ya se había ido al campo a trabajar.

MaribelFC