Cloe en casa de Lucía
Cloe es de New York y ha venido
de intercambio lingüístico a España.
A pesar de que ni Lucía ni su marido saben
inglés y de que la chica no sabe español, no faltan momentos de conversación,
sobre todo a la hora de cenar.
Jorge, el hijo de Lucía, hace traducción
simultánea mientras charlan.
Cloe espera a que bendigan la mesa. “Salud y que
aproveche” dice Lucía, y le explica a Cloe que ya puede empezar a comer.
El marido de Lucía se ha brindado
a llevar a la neoyorquina y a su hijo en coche al Parque Güell o al Museo
Nacional de Arte.
Lucía ha preferido quedarse un
rato sola en casa, no sin trabajo. Cloe
es vegetariana y alérgica a la lactosa. Pensar los menús es complicado.
Nina, la mascota, hace lo que nunca: los dos
jóvenes, se la llevaron el otro día a la playa. Y a pesar de que al principio
le tenía respeto al agua, después ha jugado con otros perros tan grandes como
ella y se ha revolcado en la arena, de la nueva playa para perros.
Lucía, ya conocía la voz tenor de
su hijo. Ahora esta voz no ha sonado sola, sino a coro con la voz de soprano de
Cloe que alegres cantan en el saloncito después de cenar.
Maribel Fernández Cabañas