El sol
Mi casa tiene dos puertas, una da
al jardín, frío, húmedo y sombrío. La otra da a la playa, caliente, seca y con
sol.
Durante las primeras horas de la
mañana, estoy ocupada limpiando y cocinando. Los baños y la cocina tienen
ventanas al frío jardín.
En cuanto he terminado las
engorrosas faenas de la casa y he dejado la comida hecha, salgo corriendo, por
la puerta delantera, y me voy a tomar el sol a la playa.
Si es verano me baño y
si es invierno me tumbo en una hamaca con el chándal puesto.
El sol me alegra el alma.
Maribel Fernández Cabañas