Elsa vive cerca de la playa, muy lejos de su familia y siempre está deseando verlos.
Su familia vive en un pueblo pequeño de interior donde todos son familia
hasta los que no lo son─ como los vecinos─
Un domingo en el que Elsa estaba escribiendo un cuento infantil, le
suena el móvil, era Manuel el hijo de su
vecina Juana que se había desplazado a la gran ciudad, para hacer un curso
intensivo sobre contabilidad.
Elsa
se puso muy contenta y le dijo que podía quedarse en su casa que tenía dos
habitaciones libres.
Manuel venía con el hijo de Elsa y con su sobrino, se fueron a una
montaña de arena que había en la playa. Elsa rebosante de alegría les hacía fotos
y los grababa en video.
Y es que no hay nada mejor como tener la casa llena de afectos.
-MFC