Allá por mil novecientos noventa y tres Alicia la maestrilla
fue destinada al colegio publico la Alameda de Chiclana. Había mucha humedad y viento fuerte del que
rompe los cristales de las puertas y tira al suelo de la azotea la ropa tendida,
pero como estaba enamorada a lo único que prestaba atención era a las cartas de
su novio y a los diez días al mes en los que venía de Barcelona en su coche a
estar con ella.
El colegio Alameda ni estaba en un bosque de árboles ni a
orillas del mar como ella pensaba antes de verlo. Era un antiguo palacio mal
conservado y un patio con el suelo de cemento resbaladizo donde había que hacer
maravillas para que los niños saltaran a la comba , jugaran con los aros o
saltaran al plinto. Suerte que a partir de sexto de EGB podían ir a unas pistas
del ayuntamiento a jugar a baloncesto o a futbol.
-MFC