“Nana, nana, nana, nana, nanita,
nanita nana que mi niño se duerma por sevillanas”.
“Buenas noches, mi amor te quiero
cantar tu cuna al dormir tu cuna al soñar y después dormirás, en un sueño,
sueño de paz”.
Cuando yo tenía catorce años le cantaba
nanas a mi hermana y cuando fue creciendo le leía cuentos por la noche.
También se las cantaba a mi hijo
cuando estaba ingresado en la clínica por bronquitis que yo ya estaba agotada
porque eran muchos días y no mejoraba y me lo ponía entre mis piernas y le daba
golpecitos en la espalda como me dijo el médico y un día una amiga me vio agotada
y ella se quedó con el bebé y yo salí a comer y el médico me mandó un ansiolítico
para que descansara bien por las noches.
Maribel