Alicia recuerda cuando ella montó un taller de escritura en su
terraza con su hijo y dos niñas vecinas, era verano y ya habían terminado el
campamento infantil.
Todos ilusionados con la libreta… el primer día les dijo que
era escritura libre lo que ellos quisieran escribir y una niña escribió sobre el
pueblo de sus padres otra escribió sobre los monstruos y fantasmas, otro sobre su
mascota , un mastín.
Luego Alicia les dio la grabadora para que leyeran en voz
alta lo que habían escrito y a ellos lo que mas les agradaba era leer en voz
alta después de la lectura Alicia se quedaba con los textos se los corregía y
hasta el próximo lunes.
Los viernes la actividad era gimnasia, primero calentamiento
y natación por la playa y luego estiramientos en el parque , fue un verano
inolvidable.
A medida que fueron creciendo una de ellas abrió un Blogger,
su hijo empezó música y la otra niña que era más realista se apuntó en una academia de inglés.
Maribel Fernández Cabañas