Llorar y reír
Con mi amiga Leticia siempre
acabo llorando de la risa que me entra y es que aunque hablemos de calamidades
de la vida siempre le da un giro al humor y aunque sea pleno julio y esté
cayendo una buena tormenta y vayamos en sandalias mangas cortas y mojándonos
los pies.
─¡ Me encanta la
lluvia es como si limpiara el ambiente! dice ella mientras las dos vamos
agarradas del brazo, cobijándonos en su paraguas al que me ha invitado a entrar
y yo contenta he cerrado el mío
Estamos al lado de la catedral
calles estrechas y vacías. Sólo unos pocos turistas sin guía, pues hasta estos
han cancelado la excursión prevista. Pero nosotras nada de cancelar encuentros,
aunque llueva y truene; ya sea verano o invierno. Nosotras mantenemos el día
fijado. Nos reunimos los días nueve de cada mes y pasamos del hombre tiempo,
porque lo que nos une son nuestras risas y nuestras confidencias y nuestro amor
por la amistad y por los relatos.
Maribel Fernández Cabañas
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