Engracia
Suena el timbre de la puerta son las 12 del mediodía es sábado,
Engracia, viuda de sesenta y tantos años, sale por el pasillo estrecho y
abaldosinado de su piso de Barcelona, cantando
una canción de Nino Bravo “….dejaré tus campos por ti, dejare mis cosas y me iré lejos de aquí… de día viviré pensando
en tus caricias de noche las estrellas me acompañaran …“
¡Qué guapo hijo, que guapísimo estás!¡ anda pasa que hace
mucho frío! ¡Mi niño que guapísimo está!. Ven que te voy a dar un “cola caíto”
le dice al pequeño Quim de 2 años; que viene con su padre Joaquín, sobrino de Engracia
y divorciado.
Han llegado en tren desde Tarragona, como cada quince días y
Engracia,que ha estado siempre pegada a su marido y a la que Dios no le dió
hijos, se vuelca en amores con la juventud y la infancia.
Joaquín se va directamente a la cocina a ver qué les ha
preparado la tita porque huele muy bien ¡Um que rico un estofado de ternera!Luego
se sienta con su iPhone ,se pone a chatear, a mirar su twiter y su Facebook entonces la
tita Engracia coge un cajón grande donde le tiene un sinfín de juguetes
preparados para Quim y se pone a jugar
con él a los cochecitos de carreras . Disfruta como una enana.
Pasa el invierno y vienen la vacaciones de verano y es
cuando Joaquín y Quim conviven todo el verano con tita Engracia, la cual llega a
instalar internet y a comprarse un ordenador, animada por su cariñoso y
zalamero sobrino. Este le abre una cuenta en el Facebook y contacta con los de
su pueblo de Andalucía con el grupo” No eres de Bollullos si no…” y ella que se
acuerda de todas las familias de su pueblo se hace miembro activa del grupo y
ya ni estofado, ni gazpacho, ni jugar con el pequeño…
¡Ordenador a todas horas!
y así trascurrió el verano encerrada en casa chateando con los de su pueblo.
Llegó el invierno
pronto, y un sábado a las 12 llaman al timbre y son ellos como de costumbre. Engracia les abre dándole un beso de
compromiso y con la bata puesta se va al ordenador:─¡ Que me he hecho
amiga de “Andaluces por el mundo”!
Joaquín no dijo nada,
se fue directo a la cocina y no había comida ni siquiera estaba comprado el pan Cogió el cajón de los juguetes y se lo dio a su hijo que jugaba solo porque
la tita Engracia estaba por otros menesteres.
Pasó un año y Joaquín le dijo ¿ tita nos vamos a Bollullos este verano? y ella
encantada Allí se pasó los tres meses en la casa vieja del pueblo encontrándose
con todas su amigas del Facebook y yéndose a la Peña Bética a jugar a las
cartas o al Club de lectura de la Biblioteca Municipal o a la Asociación de
mujeres donde hizo teatro y pintura, bien
distraída
Pasó el verano y Joaquín le dijo:─ ¡Tita que nos vamos
para tu piso! ─¡ No hijo mío que yo me quedo aquí!, con mis 500 amigos a
los que los veo todos los días y me
divierto mucho con ellos.
Maribel Fernández
Cabañas
No me importaría hacerme amiga por facebook de esa tal Engracia, ja,ja,ja...Genial y divertido, Maribel.
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