Luci
, pegada a la falda de su madre, nunca quería salir de casa. Se quedaba jugando con los gatos y los
perros.
Entraban y salían del corral al patio, los
llamaba por su nombre y la obedecían.
Se
sentía tan a gusto en casa, que no fue a la escuela. A los seis años su madre
la apuntó a la academia de primaria del pueblo.
Le
contó a su madre que había conocido a una niña llamada Pepita la flaca y que
quería invitarla a jugar.
Su madre asintió, les prepararía una buena merienda
con chocolate y galletas.
Luci , loca de contenta, abrazó a su madre y le dio muchos besos.
Los
días transcurrían tranquilos con la visita de su amiga. Hacían sus casitas en
el patio, y los gatos eran como los hijitos.
Cuando
Pepita la flaca cumplió los siete años, la invitó a ir en coche con sus padres
a celebrarlo, a un cortijo cercano al pueblo.
Luci
volvió sollozando, con una mordedura de perro en la pierna.
“
─ Mamá el perro era de unos hombres que
estaban en las viñas y Pepita llamó al perro por su nombre. El perro corría detrás de mí, hasta que me alcanzó
y me mordió. Y encima Pepita la muy mala se rió de mí. ─ ”
Desde
ese incidente, Luci temía ir a ningún sitio con” Pepita la mala”.
MaribelFC.