Aquellos días en los que salí a imitar el baile y el carácter
alegre y feliz de la abuela protagonista
de la película de Catalina Mesa” Jericó, el infinito vuelo de los días”.
Ella iba saludando
a los del pueblo por la calle y todos la
llamaban por su nombre.
Probé a ir andando así ,con ritmo salsero y saludando por doquier:
─ ¡Hola Buenos días! ,
y nadie me contestaba.
Al segundo día, caí en la cuenta de que en la ciudad las
calles están llenas de desconocidos y yo una desconocida más.
Ahora me conformo con
ponerle un poco de ritmo a los paseos que doy con mi perro, por el amplio parque. Y me imagino, por un momento, que estoy en Jericó.
Maribel
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