Alicia era tutora de un quinto de EGB y siempre dejaba la puerta de la
clase abierta y con un radio casete les ponía música a los niños y atendía las
diferencias entre cada uno.
Había un alumno que dibujaba muy
bien y en la clase de plástica pintaba en un papel de envolver en el suelo y
todos los compañeros se quedaban boquiabiertos con sus pinturas.
Elena, compañera de la clase contigua que había
tenido a esos alumnos le gustaba ver lo que Alicia hacía en su clase, que
era nueva en el colegio.
A
una niña llamada Virginia se le acababa de morir su padre.
Entre Elena y Alicia reunieron a los
padres para que autorizaran a sus hijos viajar a la sierra de Cazorla de Jaén
al aula de la naturaleza por un proyecto educativo que Alicia presentó animada
por el jefe de estudios que era de un pueblo de Cádiz y un gran amante de la
Naturaleza.
En el aula de la naturaleza estudiaban a las águilas y a los ratoncillos
y el ciclo de la vida animal, por las noches a la hora de dormir Alicia les
leía cuentos en voz alta para que se relajaran. Fue una bonita experiencia.
Allí Virginia lloraba y por las
noches leían cuentos en voz alta por turnos y eso la tranquilizaba.
-MFC
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