Alicia recuerda cuando era una niña y jugaba con los niños de la calle,
uno de los juegos era los comercios.
Cogían hojas de pita y las cortaban a trozos y era el jamón, también
tierra y era el azúcar y con papel de periódico lo envolvían y se lo vendían al
niño que venía a comprar. El mostrador del comercio era una piedra de molino.
También recuerda jugar con los
niños al pincho a ver quien lo clavaba en la tierra, a las canicas y al fútbol
o saltar a la comba hasta que nuestras madres nos llamaban para comer.
Y
ya de más mayorcitos se ganaban un dinero pelando almendras en casa de una
vecina.
Y en verano iban a bordar o a corte y
confección.
A pesar de que por aquellos tiempos
no había gran cosa en el pueblo pasaron una infancia feliz.
Quién tuvo una infancia feliz, tuvo un tesoro que nunca se gasta. Un abrazo de los fuertes, amiga
ResponderEliminarQue alegría me da tu comentario, gracias María Jesús. Un abrazo de mucho cariño
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