Hace muchos años Alicia iba con su familia y amigos a adentrarse en el
parque natural de “La caldera de Taburiente”.
Subían por el barranco con zapato deportivo para no resbalarse en las
piedras.
Por el barranco corría el agua limpia y fresca y cuando llegaban a la
zona de acampada había un riachuelo donde se lavaban, bebían, cocinaban y
fregaban los platos.
De ahí en adelante el recorrido era demasiado abrupto para seguir y se
quedaban en el remanso unos días.
Hace poco han vuelto pero “La caldera”
está triste por la sequía.
Maribel FC