Cuando Alicia estudiaba primero de Químicas se iba a la universidad con
impermeable y botas de agua. En el laboratorio hacían minerales como por
ejemplo el sulfato de cobre, las cantidades de la formula tenían que agregarse
con exactitud.
Como
novata que era, un día echó a ojo en una pipeta acido sulfúrico y empezó a echar
humo ella y los demás compañeros se asustaron y abrieron las ventanas pasó un
rato y dejó de salir humo, suerte que no había ningún profesor vigilando.
La asignatura que le resultaba más difícil era matemáticas con las
funciones, el algebra y las integrales... Suspendió en junio y pasó el verano
estudiando a la luz del flexo, mientras sonaba la música de las fiestas de su
pueblo.
Por las mañanas cogía el autocar y se iba a Badajoz a una academia y venga a estudiar matemáticas.
Llegó septiembre aprobó y se olvidó de las matemáticas
porque en segundo las asignaturas eran más específicas de la carrera
¡Benditas mates!, ¿A cuántos nos han fastidiado un verano? En fin, de todo debe haber en la viña del saber. Abrazo fresquito, amiga
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario amiga querida. Un abrazo de letras
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