Me acuerdo de cuando cogí un lienzo y oleo de varios colores para pintar
la puesta de sol en el río Guadiana, a su paso por mi pueblo, era invierno y yo
me acercaba al río para captar los últimos rayos, tenia un pie dentro del agua y
otro en la presa por donde corría bastante corriente.
La presa estaba llena de limo que son una especie de algas verdes y resbaladizas,
salvé mi lienzo y las pinturas y un vecino que me vio me dio la mano y salí con
toda la ropa mojada.
Y por la noche cuando salí a la plaza para pasear por “el paseo el Pico”
ese vecino estaba en el puesto de chuches y él y la mujer del quiosco se reían
de mi aventura.
Maribel FC
Pintora de agua dulce... El arte tiene sus riesgos. Menos mal que todo acabó bien. Un abrazo fuerte, amiga.
ResponderEliminarMe alegra muchísimo tu comentario, te echaba de menos por aquí. Un abrazo lluvioso, amiga querida
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ResponderEliminarComo siempre, a la vez que te leo, lo que cuentas pasa por mi cabeza, y esa imagen de ti "plantada en el río", pintando el atardecer, me parece preciosa.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tu comentario, un día de estos nos vamos las dos a pintar. Un abrazo lluvioso
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