LA META
Desde bien temprano se oían los tambores Lucía bajó a la calle y en su
puerta estaba la meta de la carrera popular, gente de todas las edades y de
diversas nacionalidades, ella que es muy andarina se puso a andar a ver si
encontraba una cafetería para desayunar, imposible todas llenas y los camareros
no daban a vastos. De vuelta encontró una mesa libre en una terraza y por fin
consiguió el objetivo.
En el suelo había una bolsa con
el anagrama de la carrera y la mujer de la mesa de al lado gritando llamó al
camarero para que se encargara de la bolsa, el camarero no la escuchó bastante
trabajo tenía él y ella seguía protestando a gritos.
Lucía no la miraba y seguía con su
desayuno.
Al rato llegó un familiar y la llamó por su nombre y le dijo que no
gritara y se fue con ellos.
Sin
ella pudo escuchar a un grupo de venezolanos que se reían contando historias de
una familia de su país que vivían en una casa de cartón.
Cuando Lucia llegó a su casa en el portal había un hombre durmiendo en
una casa de cartón.
Maribel FC
Qué tristeza no tener un techo donde cobijarse. Un buen hachazo final para tu relato, querida amiga. Abrazos de justicia y cariño
ResponderEliminarEs muy triste dormir en la calle amiga, gracias por tu comentario. Un abrazo grande
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