Desconectar.
Juan estaba muy interesado en unas cuantas actividades que
llevaba a cabo no sin esfuerzo y si con empeño: una exposición de fotografía
para una sala de arte muy conocida en su ciudad y un trabajo de electrónica .
Pero a el le gustaba compartirlo todo con un par de amigos incondicionales con los que
quedaba para dar el paseo del colesterol no era mayor ni tampoco joven tenía
recién cumplidos los cincuenta pero estaba algo entrado en carnes y era algo
pasota con su aspecto físico.
María su mujer estaba siempre pendiente de su hijo
adolescente que tiene normalmente la agenda llena de exámenes :− le voy a ir a comprar unas fresas
y le haré un batido para que reponga fuerzas y tome vitaminas que pasa muchas
horas estudiando, decía ella.
−¡Uy! que le va pequeño el chándal, voy a la tienda a
encargarle uno de la talla dieciséis. Estas cosas eran las que la mantenían
activa después de años de paro. Y el niño comentaba: mamá que ya se me cuidar
solo, pero ella había hecho de su familia su motivo para sentirse activa y eso
que se había apuntado a un grupo de teatro en el centro de barrio, pero siempre
buscaba un motivo familiar para faltar.
Juan pasaba horas y horas en el cuarto de revelado de fotos
y desconectaba de familia fácilmente. Pero María no desconectaba nunca:− A mi marido le hace falta una camisa bien planchada
para esta tarde: − ¡Uy! que tengo que ir a por el pan, se acordaba ella.
Pero ocurrió que llegó el verano y Juan seguía con lo suyo y
no quería ir de vacaciones pero el niño se apuntó a unos campamentos. Fue
entonces cuando María se tomó su tiempo para ir a visitar a una amiga que no
había visto durante el año e hicieron planes para conocer Paris.
María se lanzó y allí dejó de pensar en Juan, en el niño y en
la casa. En su cabeza sólo estaban el interés por el museo del Louvre , la
torre Eifell y como no sentarse en una de las terrazas del Boulebar Sant Michel
a compartir risas y buenos momentos con su querida amiga.
A la vuelta de Paris , no faltaba nunca al taller de teatro
y siempre estaba ocupada preparando alguna función, preocupándose de tener a
punto su ropa para el día de la función y en estudiarse el papel de la obra a
representar.
Juan le decía:−Cariño veo que estás muy atareada con tu obra
y hoy he tenido que coger la plancha y
he comprado dos entradas para el cine.
Mamá le decía el hijo:− Te veo más joven desde que haces
teatro y yo me se hacer solo la comida.
Hoy me he hecho una ensalada y un filete al estilo de los campamentos.
Maribel Fernández Cabañas.
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