Los rayos del sol.
En invierno salía a buscar el sol a la hora de la siesta. Me
iba a la terraza de un bar de mi barrio, donde , los que no veíamos la película
de Antena 3 de los sábados, que erámos unos cuantos.Nos tomábamos un café
calentito y aprovechávamos los escasos rayos del sol, antes de que al poco
tiempo nos tapara la sombra y que a las seis de la tarde se hiciera de
noche.Claro que nos manteníamos bien abrigados, apenas si nos quitábamos el
gorro y la bufanda.
Ahora en verano a esa hora estamos en casa con el ventilador
y viendo la película, esperando que el sol afloje para salir a darnos un
remojón a la piscina y a tirarnos en la toalla a la sombra de un árbol con un
libro comprado en el kiosco de los de promoción veraniega .Me estoy leyendo uno
para niños “ El Hobbit” de Tolkien, con un tesoro y un peligroso dragón.
Así inmersa en el mundo de ficción de sus páginas paso el
verano tranquilamente. Y el abrigo, el gorro y la bufanda los he cambiado por el
bañador y el pareo y lo que si deseo es una entrada para el Teatro Griego y
disfrutar una noche a Kiko Veneno en concierto.
Maribel Fernández Cabañas.
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