Que aire más puro hacía en la playa, que es el reducto de
naturaleza más cercano que tengo.
El oleaje y el viento me hacían moverme al compás de las olas, luego no
podía salir porque la resaca del mar me retenía y no había socorristas.
Gracias a un bañista más fuerte que yo, pude salir del agua helada de
tempestad de invierno.
-MFC
No hay comentarios:
Publicar un comentario