Érase una princesa de las letras que estaba malita y no podía escribir,
vinieron de muy lejos sus hermanas para cuidarla y darle alegría y le hacían la
comida y limpiaban la casa.
Hasta que llegó el día de irse y su casa se quedó silenciosa y triste,
pero entró por la ventana un elfo que le dijo que ella tenía el don de la pluma
y el papel que no parara de escribir todo lo que se le ocurriera.
Eso la animó, cogió su pluma y escribió hasta que le entró el sueño un
sueño precioso sus hermanas volaban hasta Creta su lugar de residencia y la
princesa se despidió de ellas hasta que pasara el frio invierno.
Pasaron los meses y la princesa fuerte y feliz viajó a verlas y allí se quedó
por siempre jamás.
-MFC
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