Para el campo, en la ciudad atascos.
La gente con alegría coge sus paraguas oxidados.
Los embalses se van llenando.
Que llueva así unos días más, antes de que empiece el calor.
Los niños juegan a saltar charcos,
Los perros van vestidos con el impermeable.
Y de vuelta de la jornada, un buen plato caliente.
Y mirar la lluvia desde los cristales.
¡Bendita lluvia! Tendría que caer así de robusta y hermosa al menos dos veces en semana, seguro que le quitaba el gris al verde. Un abrazo grande, Maribel
ResponderEliminarMe alegra tu comentario amiga querida. Un abrazo mojado
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