Alicia recuerda, como si lo estuviera viendo, la mesa de comedor con
vistas al patio de la casa de sus abuelos donde ella vivió hasta los diez años.
La casa de sus abuelos estaba en el
centro del pueblo y cada quince de agosto celebraban el día de Santa María.
Su
madre cocinaba pollo en pepitoria de uno de los pollos que se habían criado en
el corral y de primer plato una sopa con patatas fritas a cuadro y de postre melón
o sandía.
La escena se repetía cada quince de agosto, una vez a ella le vino una hemorragia
nasal y su madre le puso un algodón con agua oxigenada y como no se le cortaba
dejaron la comida y se fueron al practicante y este le puso una inyección.
Mas tarde aparecieron sus hermanos y primos que fueron a curiosear y se
reían porque le habían visto el culete.
Maribel FC
Qué bonito llevar en el recuerdo esos días mágicos de la infancia en tu pueblo. Un abrazo fuerte, querida maribel
ResponderEliminarMe alegra mucho tu comentario amiga querida. Un abrazo grandote
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