En la biblioteca.
No hay nada mejor que salir de casa desayunada e irme al
barrio de al lado, donde no tengo que saludar a nadie y llegar a la biblioteca
llena de revistas y libros. Sentarme en
una de las mesas redondas de la amplia sala, con ventanales luminosos…y
no tener que compartir este momento con nadie. Sí, estar en silencio y estar en
soledad y ver caras nuevas y algunas conocidas que no veía desde hace semanas,
porque creo que si viniera todos los días religiosamente, ya no sería lo mismo
tampoco .Y hoy con la novedad, hasta el café me ha sabido mejor.
Suspiro de la paz que no encontraba en casa desde hace unos
días, he dejado en casa a los albañiles haciendo arreglos… que me tienen
toda la casa patas arriba.¡Qué Paz hay aquí!.
Maribel Fernández Cabañas.
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