Nacimiento.
Mi madre de pequeña, cada vez que nacía un niño en el pueblo
iba a verlo y era para ella como una fiesta.Ya de mujer , y con sus habilidades
como repostera, les hacía un bizcocho de limón, a todas aquellas madres que
acababan de tener un hijo y compartía su alegría.
Yo cada vez que nace un niño de un familiar , vecino o amiga
les llevo un ramo de flores y me alegro con ellas.
Mi hijo, cada vez que va a nacer algún bebé en la familia o
en el barrio les pregunta que para cuando va a ser y se queda con la fecha en
la memoria y el día del nacimiento les regala uno de sus clips de famobil
favoritos.
Mi marido no se pierde ni un bautizo y allí se presenta con
sus dotes de fotógrafo y luego les regala un álbum de recuerdo.
Mi querida amiga Amelia se presta a pasar una semana en casa
de sus hermanas menores y ayudarles con los biberones, lavadoras… y a acompañar
a su hermana recién parida.
Actualmente parece ser que mandamos tartas virtuales y
felicitaciones por el facebook, mensajes por móviles y nos olvidamos de la
presencia in situ.
Maribel Fernández Cabañas.
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