Despertar 2.
Escribir en este momento de plenitud en el que no ha
empezado el día en el que no hay que hacer nada, en el que ya está todo hecho.
En el que puedo contemplar el cielo del suave y limpio del amanecer y vislumbrar
por sus nubes rosáceas que hoy, afortunadamente, va a salir el sol y sin verlo
en la tele en el tiempo, sino pudiéndolo contemplar y admirar con todos mis
sentidos:
Un pájaro canta más fuerte, desde la rama de un árbol y sus amigos
flojito, desde la hierba verde, picoteando gusanitos. Ni un ruido más, sólo los
pasos míos y de mi perra. El olor a césped recién mojado por la intensa lluvia
de ayer viernes, de mediados de octubre y hoy el día ha amanecido despejado.
Yo puedo escribir con calma y detenimiento, este momento de
felicidad, este rato de tranquilidad y me tomo mi tostada con sobrasada de la
que nos trajo un amigo de Menorca y mi gusto se despierta con un café calentito.
Hoy afortunadamente
casi nadie tiene que madrugar, ni siquiera los de las tiendas, porque hoy es
fiesta pero seguro que en la ciudad algún médico, enfermero, maquinista tiene
que hacer que lo más urgente siga en marcha.
Maribel Fernández Cabañas.
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