Era el último
verano que Andrea pasaría en la casa familiar, antes de marchar a la
universidad, y pensaba aprovecharlo al máximo.
Toni, el chico
más guapo de Garrovillas , llegó a la
piscina donde Andrea tomaba el sol con unas amigas y se presentó sin más,
─Hola, chicas.
─Hola Toni,
respondieron al unísono.
─ ¿Puedo darme
un baño? Llevo casi una hora andando bajo el sol.
─El agua te
sentará bien, yo entro contigo─ respondió Andrea feliz.
No fue sólo un
baño sino que jugaron a hacer el delfín buceando, y Toni la sujetó por la
cintura alzándola suavemente por encima
del agua.
Quedaron más
veces, ya sin amigas. Se colmaron de besos y arrullos, en un bonito romance.
Pasó el verano,
Toni subió al tren .Andrea lo veía desde el andén, las lágrimas el silbido del tren… Toni se percató, saltó
del tren, la cogió de la mano llevándosela con él.
Maribel
Fernández Cabañas