Recuerdo cuando bajaba con la
bicicleta de mi padre y me encontré en contra dirección con un carro tirado por
mulas, me tiré de la bici entre unos hierbajos y la bici se fue para el otro
lado del carril.
También iba a hacer prácticas al campo de fútbol
que por aquel entonces estaba vallado por unos viejos postes de la luz de
madera y el suelo era de tierra.
Quería aprender a pesar de que la bici no
tenía frenos y me iba hasta la parcela de mi padre en bici, era una deportista
nata.
También aprendí a jugar a fútbol en el primer
equipo femenino que se formó en el pueblo, aunque no me gustaba, pero me puse
de alero así no me daban balonazos ni me ponían la zancadilla y aunque tuviera
la regla yo nunca faltaba a los partidos.
Así disfrutaba de lo poco que había
en aquellos veranos que ahora recuerdo
Maribel
Largos veranos de bicicleta y campo... Abrazos grandes y frescos
ResponderEliminarMuchas gracias querida María Jesús ,tus comentarios son siempre bienvenidos. Fuertes abrazos
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