Las finas gotas de lluvia engalanan la calle de un gris plomizo, como si de pronto
hubiera llegado el otoño.
No
hay niños jugando y las horas pasan lentas.
La contemplo desde la terraza y respiro
el aire limpio con olor a tierra mojada.
Y miro al cielo y pido que mañana continúe
así, dándonos una tregua al sofocante calor.
Maribel
Bendita lluvia!!!
ResponderEliminarMe alegra tu comentario. Un abrazo fresquito amiga
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