Que alegría me daba ponerme el abrigo después de meses sin
descolgarlo del ropero, cuando era niña me encontraba alguna moneda o un
paquete de pipas de girasol.
Ahora desde la distancia y con los años me vuelve a pasar,
hoy he sacado el abrigo de primavera y tenía una bolsa de pañuelos de papel y
un billete de cinco euros.
Maribel
Me encanta que le des protagonismo a pequeñas cosas. Ya sabes que disfruto leyéndote. Un abrazo.
ResponderEliminarTus comentarios son siempre bienvenidos gracias querida tuciliana. Un abrazo inmenso
EliminarY aquel olor a alcanfor, que ahora hemos sustituido por bolsitas de lavanda o jabón de Marsella, se quedó para siempre en nuestra memoria. Un abrazo fuerte, querida.
ResponderEliminarMe alegra mucho que te haya gustado querida María Jesús .Un abrazo otoñal.
Eliminar