Voy combatiendo el malestar que paso cuando veo a las personas enfermas
fijándome en la belleza que puede haber en la sala de espera del médico, el
otro día fui a hacerme una ecografía y había dos chicas jóvenes que hablaban de
sus cosas y se reían a carcajada limpia, yo las miraba y me reía con ellas,
aunque no entendía su idioma.
La risa no tiene barreras.
Pasaban los minutos y dejaba mi abrigo en una silla y me paseaba por el
largo pasillo del sótano buscando aire fresco, eso me reconfortaba y escribía
en mi libreta.
En estos pequeños paseos vi a otra mujer con el pelo entrado en canas
como yo, una haciendo ganchillo y pensé otro día me traeré la bufanda de punto
que estoy tejiendo.
Y siempre agradezco a mi familia o amigos que me esperen a la salida
para tomar un zumo de naranja y compartir con ellos que todo ha ido bien.
MaribelFC
Está muy bien guapa
ResponderEliminarMe alegra de que te haya gustado, un abrazo
ResponderEliminarEsas esperas en soledad que enriquecen y nos hacen más fuertes. Un abrazo navideño, querida amiga
ResponderEliminarMe ha hecho mucha ilusión tu comentario, gracias querida amiga. Un abrazo inmenso
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