Hace muchos años fuimos a un concierto de Camarón de la isla
y un amigo que me contemplaba y me apreciaba me dijo tienes unos bonitos ojos
negros tristes.
No se que vería el en mi como no fuera porque nunca he
mostrado mi tristeza, si era a causa de cualquier problema de la vida me daba
un paseo y se me pasaba, lo resolvía como podía y escribía en mi diario.
Hacía deporte en bicicleta para ir a trabajar y por la
pequeña ciudad de provincia podía salir con mis amigos andando.
Han pasado los años los amigos me acompañan y tengo una
familia nacida del amor.
Amigos, cariño, escritura, libros, paseos, un jardín y un mar cerca para asomarse a ellos... ¿Qué más podemos pedir? Un abrazo fuerte, amiga
ResponderEliminarEso querida amiga, no podemos pedir más. Me emociona tu comentario, un achuchón.
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