Vista panorámica.
Subimos en coche hacia la montaña que mira tanto al puerto
como a la ciudad. Paseamos por los jardines respirando la fragancia de las
lilas y jazmines ya primaverales.
Nos paramos en un restaurante: en el mirador de los viejos estudios de televisión de Miramar. Degustamos unos exquisitos calamares a la romana y unas sabrosas anchoas dela Escala ,
con pan con tomate y aceite puro de oliva virgen, acompañamos la comida con un
vino blanco, suave y fresco al paladar.
Nos paramos en un restaurante: en el mirador de los viejos estudios de televisión de Miramar. Degustamos unos exquisitos calamares a la romana y unas sabrosas anchoas de
Después un café negro arábiga que sabía a gloria. De ahí nos
pusimos a hacer fotos a lo que la vista y el zoom nos daba.
Vimos los barcos de crucero, abajo en el puerto y por la
otra falda de la montaña a la ciudad desplegarse en un sin fin de edificios
apretados que nos impedían distinguir las calles. Entre ellos destacaba la
interminable Sagrada familia y algo mas bajita se divisaba la vieja catedral.
Al alzar la vista al horizonte divisamos la impresionante
montaña de Collserola con el templo del Tibidabo y la antena de telefónica como
lo mas alto de Barcelona.
Maribel Fernández Cabañas
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