Un texto amarillo.
La arena de la playa, las papeleras de envases de plástico y el fuerte sol dándonos en nuestros bronceados cuerpos, tumbados en las toallas.
Fue entonces cuando Luís, muy decidido, cogió su flotador de color limón y se metió a jugar en el agua entre los acalorados bañistas, bajo un sol de agosto.
De repente Luís volvió nadando y ya en la arena, con las lágrimas cayéndosele, nos decía:¡ me ha picado , me ha picado un bicho!.
En el puesto de socorro le untaron una crema ocre y pastosa que pareció aliviarle y se sentó con sus padres a reponer fuerzas, con unos plátanos y unos melocotones.
MaribelFC
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