A mis anchas.
Estoy en mi casa con la tranquilidad de tener tiempo para mi
misma, tiempo que sacaba días atrás mientras cocinaba, planchaba o escuchaba
las vidas de mi hijo y de mi marido. Hoy todo el tiempo para mi pues mi marido
está en el país de los sueños y mi hijo en el de los campamentos y yo me he
dado un respiro en mi curso de fotografía, en el de pedagogía, en el de
escritura, en el de yoga… y sólo tengo que cocinar para mi, cuidar de mi misma
y de la perra.
Puedo dejar mi diario abierto, tener mi ordenador a todas
horas …y más. Estoy tan contenta que hasta he rechazado una invitación para ir
con una amiga de visita cultural a la Pedrera … “Estoy a mis anchas”.
Las que tenéis un
marido prejubilado o en paro si os podéis hacer una idea, porque ese es mi caso,
mi marido se ha prejubilado recientemente, con lo cual lo tengo a todas horas a
mi alrededor.
Pero esto lo he subsanado yendo sola a todos lados aunque
tarde una hora en metro, cosa que antes me llevaba el en coche ...
Y también he encontrado un punto positivo de encuentro
en común: La fotografía.
Como él es “fotógrafo amateur” , yo le enseño escritura y el me enseña fotografía con una cámara réflex, de esas que
tienes que poner tu el diafragma más abierto o más cerrado para que la foto
salga bien. La cámara me da otro punto
de vista distinto, ya no es mi marido… ,al que le tengo que lavar los
calzoncillos, ¡es mi profesor de
fotografía!.
Maribel Fernández Cabañas.
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