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RECUERDO INACABADO

 

       Recuerdo el pajar de mi abuela materna allí dormían y comían las mulas.

Las gallinas correteaban por el corral junto a los patos y alguna oca.

      Eran ocho de familia los hombres se dedicaban a cultivar la tierra con ayuda del mozo.

       Las mujeres a cocinar, coser y bordar, también les llegaba una revista de moda, elegían modelo y la costurera les hacía los trajes.

       Con el carro y las mulas acompañadas del mozo iban a Villagonzalo a pasar unos días de fiesta con una prima y se montaban a caballo con el traje de flamenca.

       A mí lo que más me gustaba era hacer teatro en la bodega con mis primos y hermanos, nos disfrazábamos e invitábamos a los vecinos y les cobrábamos algunos céntimos por entrar.

 

 

RATONES DE CHOCOLATE

 

       Alicia recuerda las dos butacas que tenía su abuela en el pasillo de la casa que daba al patio.

       Ella y sus primos estaban deseando coger una libre y si alguna de sus dos tías las había ocupado se sentaban en el umbral de piedra que estaba fresco, eso los días de verano.

       En invierno la vida se hacía en el comedor jugando al cinquillo y a la brisca.

       En el patio había un pozo, un limonero y una parra.

       Lo que más le gustaba a Alicia era cuando su tía Rita les hacía para merendar < ratones de chocolate>.

       Íbamos a coger almendras a una finca llamada los almendros y una vez en la cocina nuestra tía preparaba chocolate fundido y decoraba las almendras poniéndoles rabo y orejas con el chocolate.

                  MaribelF.C.

 

 

SUDAMÉRICA

 

 Zulema voló de Sudamérica hace muchos años huyendo de las paupérrimas condiciones de vida y de la violencia de la guerrilla

En España encontró un lugar donde la atendieron calurosamente y enseguida se puso a trabajar cuidando ancianos.

Ahora está jubilada y con su pensión ayuda a sus nietos e hija y tiene una vivienda propia.

Como ella hay muchas mujeres extranjeras ocupando puestos de trabajo precarios que los de aquí no quieren porque están mal pagados.

Y es que tener una vivienda en España supone hipotecarse sin ayudas sociales en la mayoría de los casos.

 

                Maribel Fernández Cabañas

 

ITALIA Y LISBOA


 

Alicia recuerda cuando tuvo que vender doscientas papeletas de lotería para recaudar dinero para el viaje de fin de carrera a Italia.

Estuvieron en la plaza san Marcos de Venecia iba con dos amigas, Laura e Isabel, llevaban una maleta llena de conservas y productos no perecederos como galletas y cenaban en el hotel ya que los precios de los restaurantes no estaban a su alcance.

Lo que más le gustó fue Florencia recuerda la rebeca de lana con dibujos y el bolso de piel que le compró a su madre en el mercado de la paja.

El trayecto de Badajoz, que era la ciudad donde había estudiado, a Italia lo hicieron en autocar haciendo noche en un barrio muy cutre de Barcelona, y al amanecer siguieron camino a Roma donde también se alojaron en un barrio muy malo y todo eso porque eran los más baratos.

En el autocar íbamos comiendo bocadillos y galletas y uno de los profesores con el micrófono en mano nos iba explicando el nombre de los mares, ríos y pueblos por donde íbamos pasando.

 En Roma era difícil cruzar un semáforo porque los coches iban a toda velocidad por el centro de la ciudad.

Alicia y sus amigas se compraron un diccionario bilingüe así podían hablar con los italianos.

El mejor hotel fue el de Montecatini donde conocieron a unos chicos y saborearon un rico café a precio de oro.

Al volver a Badajoz resultó que el premio de la lotería había tocado en una de las papeletas no vendidas y con ello había para otro viaje a, Lisboa.

Alicia recuerda que en la playa estaba el día nublado y ella se tumbó en la toalla y se quedó dormida y cuando se despertó le picaba mucho la piel sobre todo detrás de las rodillas y ella y sus amigas se fueron al hotel y con crema Nivea, cataplasmas de vinagre y sin poder andar ese día una amiga se quedó con ella en la habitación y las demás a divertirse por la bella Lisboa.


                                      Maribel Fernández Cabañas

 

 

 

TALLER DE VERANO



Alicia recuerda  cuando ella montó un taller de escritura en su terraza con su hijo y dos niñas vecinas, era verano y ya habían terminado el campamento infantil.

Todos ilusionados con la libreta… el primer día les dijo que era escritura libre lo que ellos quisieran escribir y una niña escribió sobre el pueblo de sus padres otra escribió sobre los monstruos y fantasmas, otro sobre su mascota , un mastín.

Luego Alicia les dio la grabadora para que leyeran en voz alta lo que habían escrito y a ellos lo que mas les agradaba era leer en voz alta después de la lectura Alicia se quedaba con los textos se los corregía y hasta el próximo lunes.

Los viernes la actividad era gimnasia, primero calentamiento y natación por la playa y luego estiramientos en el parque , fue un verano inolvidable.

A medida que fueron creciendo una de ellas abrió un Blogger, su hijo empezó música y la otra niña que era más realista se apuntó en una academia de inglés.


                                           Maribel Fernández Cabañas

LA FLAUTA DULCE


       Me acuerdo de Luís el de Mérida compañero de Magisterio de cuando vivía en una habitación con derecho a cocina en casa de Dª Carmen.

       Lo que más me gustaba era la ducha e irme a la azotea a secarme el pelo al aire.

       Luís quedaba conmigo para practicar el examen práctico de la flauta dulce.

       La profesora de música nos había adelantado las canciones infantiles de las que nos iba a examinar y Luís y yo pasábamos las horas interpretándolas.

Tantas veces las repetimos que yo me las aprendí de memoria y aprobé.

       Recuerdo lejanamente a la profesora, era mayor y me hizo entonar todas las notas musicales y me felicitaba por la entonación.

Luis se fue a trabajar a Madrid y no he vuelto a saber de él.


                                               Maribel Fernández Cabañas

                  

YOGA

 

       Alicia se reunía cada quince días para hacer yoga en el parque de la Ciudadela un parque lleno de jardines con césped, eran un grupo reducido todos con el tatami que a modo de colchoneta tendían en la hierba y un cojín para las cervicales.

       El parque estaba tranquilo entre semana y los fines de semana no cabía un alfiler.

       Volvía a su casa en bicicleta con Ricardo que estaba haciendo un curso para tener el diploma de fisioterapeuta y el le contaba que había sido un mal estudiante y que ahora de mayor en cuanto se sacara el título su abuelo le dejaría en herencia un local donde podría ejercer.

       Pasaron los meses y Ricardo dejó las clases de yoga sin despedirse de nadie.

       Y un domingo que Alicia fue al parque se encontró con un grupo que estaban bailando pasodobles y reconoció a Ricardo que estaba bailando cuando terminaron el baile Alicia se acercó a saludarlo y este le contó que había tenido una trifulca familiar y que se iba a Francia con un amigo para empezar una nueva vida.


                            Maribel Fernández Cabañas

 

 

ABANICO

 

       Había una vez una señora que tenía un abanico y le echaba aire a todo el que se le acercaba y a Lucía también.

Ella tenía una hija, amiga de Lucia, que la acompañaba y se veían una vez a la semana, aunque hiciera frio o calor.

       Esta vez se sentaron en la terraza de un bar a comer buñuelos de bacalao y paella. Había más mesas, una de ellas era una familia muy grande con abuelos, bisabuelos, nietos y biznietos. Lucía los escuchaba y le traían buenos recuerdos de una tía de su pueblo.

       Paseaban por alli, japoneses, franceses y abuelos…también indigentes con pelo grasiento que se acercaban a pedir comida y a estas pobres personas le dieron una botella de agua fresca y un bocadillo y se pusieron muy felices con una sonrisa de agradecimiento.

También pedían el abanico, pero este era mágico ya que se movía solo con un soplo y exclusivamente en las manos de su dueña.

                                                                                 

                                                              Maribel FC

RECUERDOS DE LA LABORAL DE CÁCERES


       El primer año tenía en la habitación una compañera asturiana que era muy divertida, recogía la ropa de la lavandería y sin doblar ni nada la tiraba en su armario de madera al lado de las literas.

       Cuando nos duchábamos en una sala grande de duchas y lavabos con espejos a ella se le oía cantar “Juanita banana se mea en la cama jajaja y su madre le dice cochina marrana jajaja” y yo me tronchaba de risa.

       También cantaba” lalalalá, yo canto a la mañana que me ha visto crecer y canto al día que me ha visto nacer…

       Y por la noche venía una educadora apagando las luces de todas las habitaciones y cuando nos escuchaba hablar entraba en la habitación con una linterna y nos mandaba a dormir.

       Por las mañanas a las siete sonaba la alarma para despertarnos y llegar pronto al comedor antes de que lo cerraran. las clases empezaban a las ocho y media y el desayuno era pan con mantequilla y café con leche.

       Y lo mejor era la merienda que nos daban chocolatinas.

       Y es que cantando los males se espantan

                    

                               Maribel Fernández Cabañas

VERANO MIL NOVECIENTOS SETENTA Y SEIS


       Recuerdo que íbamos a la parcela de mi padre desde el amanecer hasta el atardecer, poníamos nuestro esfuerzo entre los campos de maíz ya crecido.

       Del abono que se le echaba a pesar de llevar pantalón largo, camisa de manga larga y sombrero se nos quedaba todo el polvillo amarillo en la piel y cuando hacíamos un descanso nos íbamos al riachuelo a refrescarnos y a coger cangrejos americanos que luego nuestra madre nos los prepararía para cenar.

       También cogíamos tomates con guantes de goma y los echábamos en cajas y por cada caja que cogiésemos nos daban un dinero y con ese dinero comprábamos ropa.

       Para comer mi madre nos había preparado la fiambrera con chorizo, tocino, queso y pan y mi padre hacia el gazpacho en el sombrajo de caña donde los mayores echaban la siesta y comíamos también tomates con sal y aceite o melones recién cogidos.


                                         Maribel Fernández Cabañas

LA META

 

LA META

       Desde bien temprano se oían los tambores Lucía bajó a la calle y en su puerta estaba la meta de la carrera popular, gente de todas las edades y de diversas nacionalidades, ella que es muy andarina se puso a andar a ver si encontraba una cafetería para desayunar, imposible todas llenas y los camareros no daban a vastos. De vuelta encontró una mesa libre en una terraza y por fin consiguió el objetivo.

        En el suelo había una bolsa con el anagrama de la carrera y la mujer de la mesa de al lado gritando llamó al camarero para que se encargara de la bolsa, el camarero no la escuchó bastante trabajo tenía él y ella seguía protestando a gritos.

Lucía no la miraba y seguía con su desayuno.

       Al rato llegó un familiar y la llamó por su nombre y le dijo que no gritara y se fue con ellos.

        Sin ella pudo escuchar a un grupo de venezolanos que se reían contando historias de una familia de su país que vivían en una casa de cartón.

       Cuando Lucia llegó a su casa en el portal había un hombre durmiendo en una casa de cartón.


                                      Maribel FC

HUMANIDAD


       Las guerras y los genocidios del mundo las agravan los políticos que sólo quieren el capitalismo, también la ceguera de las religiones solo hace falta que sigan las protestas en la calle.

        Y que los gobiernos dejen de pensar en el dinero y sean más honestos y que con todo el sueldo que tienen lo dejen de cobrar y que ser político no implique tener un sueldo para eso están las personas bien formadas académicamente cada una en su faceta sean los que lleven a cabo los trabajos que necesita un país para tirar adelante.

       Y ahora más que nunca hay que estar unidos para parar el genocidio y que la humanidad brille más que las banderas.

                                        Maribel FC

 

 

VISITAS

 

        El mes de abril he estado muy bien acompañada de mis seres queridos y hemos hecho muchas excursiones.

       Mi corazón se reparte entre Andalucía, Extremadura, Canarias, Múnich y Cataluña.

       Cuando íbamos todos viajando en coche cantábamos canciones de Silvio Rodríguez y de Serrat.

       Ahora en mayo de vuelta a la rutina y soñando con ellos.

                                      Maribel Fernández Cabañas

 

EL CASINO

 

       El casino era sólo para hombres y que fueran socios, sin embargo, a la barra del bar podía entrar todo el que así lo quisiera.

       De niñas íbamos mis primas, mis hermanos y yo a ver a nuestro abuelo que siempre nos daba un dinerito y se alegraba mucho  vernos.

       Fuimos creciendo e íbamos a ver a nuestros padres jugando al dominó y nos daban cacahuetes.

       En la fiesta de la virgen de agosto había baile en el primer piso y el portero sólo dejaba entrar a los socios e hijos y bailábamos pasodobles con nuestros padres y sus amigos.

       También había verbena popular en la plaza del pueblo con una orquesta y ponían todo tipo de canciones modernas ; allí bailábamos con nuestros amigos.

        Eran de los pocos días que nuestros padres nos permitían llegar tarde a casa incluso más tarde que ellos.

                            Maribel Fernández cabañas

SEMANA SANTA

 

       De niña: El Domingo de Ramos, que el que no estrena algo se queda sin manos.

       De adolescente, la procesión de La Soledad por la noche con velas y silencio.

       De mayor: La Macarena, el cristo de los gitanos y el Cachorro de Triana.

       Ahora el día de la Palma y el lunes de Pascua con la mona de chocolate.

       Y en Lobón, mi pueblo natal, la Pasión viviente.

                                                 Maribel Fernández Cabañas

 

TAMARA

 

        Alicia conoció a Tamara hace unos años y enseguida la contrató para que limpiara su casa.

        A los tres meses le dio las llaves y mas adelante la invitó a un concierto en el Palau de la música y a la salida tomaron el vermut y lo comentaron.

        Los días iban pasando y Alicia notó en ella que tenía una buena educación. También cuando Alicia se encontraba mal, ella le daba siempre un remedio, por ejemplo, para el dolor de estómago le decía que la papaya era el mejor remedio.

       Alicia con nostalgia recordó los veranos con su familia en canarias donde en una cafetería se tomaba un batido de papaya para desayunar.

       Han pasado los años y ahora pasea con ella algunas tardes y se toman un batido de Papaya en una cafetería cercana a plaza de Cataluña y a pesar de que Tamara tiene mucho trabajo se organiza para salir juntas y el cariño es mutuo.


                             Maribel FC

ELS CASTELLERS

 

       Siempre que voy a Mataró me sorprende alguna fiesta popular, esta vez desayunamos en un bar alejado el centro y luego encargamos comida para llevar la dejamos pagada para recogerla a las dos.

        Nos fuimos caminando hasta la plaza santa Ana donde un tumulto de gente miraba algo, nos acercamos ¡qué belleza! una montaña humana.

        En la base los mas fuertes sujetaban con sus brazos y hombros a los que iban subiendo y así hasta que los de más arriba ,que eran los infantiles, seguían trepando. El más pequeño “el angelet” levantó la mano, habían hecho el castillo.

        Todos aplaudimos y yo me emocioné de tanta belleza y es que, aunque en casa se está muy bien hay que andar y ver.


                                              Maribel FC

TORTILLITAS DE CAMARONES

 

        Paseo en buena compañía y con un sol brillante contemplar el Mediterráneo.

       Parar en un bar donde hacen las tortillitas de camarones como en Cádiz.

        Recuerdos de cuando iba con una de mis hermanas al Puerto de Santa María .

       ¡¡Cómo me gustaba el frio Atlántico!!

       Aunque ahora vivo en el cálido Mediterráneo, mis recuerdos de Cádiz están en mi mente.


              Maribel F.C.

 

     

PUESTA DE SOL

 

       Me acuerdo de cuando cogí un lienzo y oleo de varios colores para pintar la puesta de sol en el río Guadiana, a su paso por mi pueblo, era invierno y yo me acercaba al río para captar los últimos rayos, tenia un pie dentro del agua y otro en la presa por donde corría bastante corriente.

       La presa estaba llena de limo que son una especie de algas verdes y resbaladizas, salvé mi lienzo y las pinturas y un vecino que me vio me dio la mano y salí con toda la ropa mojada.

       Y por la noche cuando salí a la plaza para pasear por “el paseo el Pico” ese vecino estaba en el puesto de chuches y él y la mujer del quiosco  se reían de mi aventura.

                                                       Maribel FC

FIESTA DE LA CANDELARIA


 

Como todos los domingos salimos a un pueblo cercano y no nos importa el tiempo que haga, el caso es Andar y ver como decía mi madre cuando yo no quería salir.

Después de pensar a donde ir mi compañero se decantó por Mataró. Anduvimos mucho por sus alegres calles primero desayunamos en la plaza de Santa Ana que está llena de veladores y hay una churrería, también una iglesia y un kiosco de prensa y flores.

Subimos por la calle La Riera, llena de tiendas y le hicimos fotos al ayuntamiento, al final de la larga calle bajamos ya de vuelta y nos sentamos en un banco a tomar el sol.

Y de pronto nos encontramos con los gigantes y cabezudos yo me emocioné y se me saltaron unas lagrimillas ante tanta belleza.

Uno de los gigantes iba vestido de novio y su pareja con un vestido blanco de novia.

Otra pareja de gigantes era de Sant Cugat y llevaban en brazos a un niño de cartón.

Que belleza de fiesta, las flautas y tambores alegraban a todos para entrar en la Basílica de Santa María y de ahí con guantes y bufandas dimos la vuelta a Barcelona satisfechos y es que no hay nada como Andar y ver.

                       Maribel FC

DÍAS FRÍOS

 

     En estos días fríos de invierno me acuerdo de cuando una amiga y yo fuimos a pasar el puente de la Inmaculada a Salamanca, al piso de su hermana donde no había agua caliente y me duché con agua fría.

      Ellas se extrañaban, pero claro ducharse es importante ya sea con agua fría o caliente.

     De Salamanca recuerdo la ruta de los estudiantes y la casa de las conchas. Los estudiantes nos tomábamos un vino en cada bar para entrar en calor.

     Ahora desde el Mediterráneo el clima es frio, pero llevadero y en Navidad nos reuniremos toda la familia y brindaremos, cantáremos villancicos y con el calor humano se está mucho mejor que aquellos días helados de la adolescencia en Salamanca.

 

Maribel Fernández Cabañas

LA PESQUERA

 

       El pueblo de Alicia está en un monte, tiene buenas vistas del rio Guadiana.

       De niños iban a la pesquera que antiguamente era una presa de agua para obtener luz.

       Alicia la mayor de sus hermanos se iba con ellos a bañar y se sentaban en la pesquera para refrescarse en la poca agua que por ella corría.

       Y a bañarse se iban al cañaveral un remanso donde había arena de los sedimentos y podían poner toallas y no había peligro porque se hacía pie.

       De mayores se hicieron de más amigos del pueblo y con un flotador que era de una rueda de tractor y era como un juego porque desde la pesquera saltaban al círculo del flotador.

       Los que no sabían nadar eran empujados al agua por algún machito y las chicas le hacían sitio en el flotador.

        En el cañaveral la amigas que sabían nadar enseñaban a las que no.

                                    Maribel FC

BICICLETA


 

       El padre de un alumno al que le daba clases particulares, cuando se encontraba conmigo me decía que bien escuchando música, y lo que llevaba eran unas orejeras para el frio.

       La bici era de carreras se la compre a un amigo de primo que ahora vive fuera de España.

       Me movía con la bicicleta por toda Sevilla y pueblos cercanos y a la feria de abril también iba pedaleando incluso al mercado donde hacía la compra para un par de días y la echaba en la mochila.

        Una vez que fui a casa de una de mis tías la até a una farola con el seguro y me robaron la rueda delantera y otra vez yendo a la universidad un coche me dio un golpe y tuve que ir a urgencias y poner una denuncia porque se fue a la fuga.


                                                             Maribel FC